domingo, 18 de noviembre de 2012


LAS OVEJAS Y EL LOBO: OLLANTA Y LAS IZQUIERDAS
Hubo una izquierda que confió en Ollanta y jugó al “candidato de la unidad”, ingenuidad respaldada por tres embajadas. Humala, desde el comienzo, purgó a otras izquierdas, como Patria Roja, del frente unitario. Aún así, los ingenuos persistieron en verlo como “el nuevo Velasco” o “el Hugo Chávez peruano”, cuando advertimos que no sería más que un émulo del ecuatoriano Lucio Gutiérrez.


Nos llamaron "infantiles", porque no nos subordinamos a esa unidad impuesta. Y nos quitaron de las listas de invitados en  las embajadas amigas, porque supuestamente no contribuíamos al “gran cambio”. Simplemente decíamos la verdad: un incompetente financiado por los monopolios Gloria, Wong, grupo Oviedo y (ahora lo sabemos) hasta por Yanacocha, no prometía ni transformaciones ni revoluciones.


Los reformistas de izquierda fueron purgados del gabinete ministerial (Gabinete Lerner) en los primeros meses de gobierno. Ollanta impuso a otro militar (Valdez) en el cargo de premier. La derecha y el fuji-aprismo, que antes temían al supuesto candidato “chavista”, aprendieron a aplaudirlo. La campaña mediática anti-Ollanta cambió de direccionalidad y se convirtió en pro-Ollanta.


¿Qué está pasando?


No es la campaña mediática la que quita gabinetes o funcionarios, como estúpidamente asegura Lynch, sino que ésta es el reflejo de asuntos que se definen en la esfera del poder. Junto a los clásicos grupos de poder económico (Romero, Brescia, Graña y Montero, INTERBANK, Gloria, Wiese, etc.) se abren paso los emergentes: Añaños, Huancaruna, Oviedo, Torvisco, Flores y Sandoval. A todos ellos les conviene la continuidad del modelo neoliberal, la constitución fujimorista de 1993, la legislación antilaboral y antipopular que heredamos de la dictadura.


Para muestra, un botón: Apoyo Total, la empresa arequipeña a la que la primera dama, Nadine Heredia brindó en el 2008 asesorías por más de 5 mil dólares mensuales, este año 2012 se vio beneficiada por contratar con el Estado peruano por un monto de 12 millones 967 mil 416 nuevos soles. Apoyo Total funcionó como tercerizadora para canalizar las contribuciones del Grupo Gloria a la candidatura de Ollanta Humala. El Grupo Gloria antes fue ferviente suministrador de recursos al exdictador Alberto Fujimori. ¿Más evidencias?


El alineamiento del gobierno humalista con el fujimorismo, obedece a estos intereses de clase. Y son cuestiones que pasan por manos de Ollanta o de Nadine. Se deciden en Palacio.


La liquidación de todo tipo de izquierda


Ahora nos quieren sorprender con una campaña contra el MOVADEF, como si éste fuera el principal problema del país.


Ya hemos mencionado la liquidación del gabinete Lerner y su reemplazo por el equipo de Valdez, que marcó el abandono de la hoja de ruta y de la “gran transformación” el 2011. 

En agosto de 2012, pasó desapercibida la separación de Pablo Checa del Ministerio de Trabajo, quien respondía a la CGTP y especialmente a los pro-ollantistas del PCP-Unidad. Hoy nos sorprenden con la “renuncia” de Nicolás Lynch al cargo de embajador peruano en Argentina y simultáneamente con la suspensión sin goce de haber del parlamentario Javier Diez Canseco. 

Aún hay tontos que consideran cada uno de estos hechos como aislados. Pero si a tales acontecimientos les sumamos el silencio presidencial sobre la campaña por la revocatoria de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, obtendremos un primer resultado. Un segundo resultado es la campaña anti-terrorista en las universidades y la ley contra el negacionismo, que no tienen como objetivo censurar al MOVADEF sino a todo tipo de izquierdas. 

Lo que quedaría por descifrar es la incógnita de una ecuación simple: ¿Cuál es el interés político inmediato? Respuesta: allanar el camino al indulto del ex -dictador Fujimori, con el cual se sellaría la santa alianza ollantista-fujimorista que hemos visto reflejada en el Congreso para sancionar a Javier Diez Canseco.


El sueño del capitán Carlos


La izquierda reformista no quiso ver en el pasado de Ollanta Humala el perfil axiológico del militar antisubversivo, violador de derechos humanos y anticomunista furibundo. Tampoco quiso ver en la asonada de Locumba una conspiración cuartelera para que Vladimiro Montesinos escapara en el yate Carisma. Y muchos radicalizados pretenden ignorar cuál fue el verdadero interés en la rebelión de Antauro Humala en Andahuaylas. Lo cierto es que los hermanos Humala, en sus dos versiones, son creación de Vladimiro Montesinos.


La prédica nacionalista fue diseñada para acabar con todo vestigio de comunismo, suplantándolo por etno-cacerismo, delirios tawantinsuyanos y nacionalismo a secas. Los operadores idóneos, según el plan de Montesinos, serían ex soldados que habían participado en la campaña antisubversiva, es decir, violadores de derechos humanos abandonados a su suerte que podían ser reclutados gratuitamente para la cruzada extirpadora de ideologías.


Ollanta se ocupó en su campaña electoral de infamar a los defensores de los derechos humanos y pedir el cese de juicios a los militares que habían derrotado a la subversión. Vemos que esta tarea es cumplida a la perfección bajo su gobierno. Y ya se anunció el traslado de su hermano Antauro Humala, de la prisión de la Base Naval del Callao a otro penal donde goce de las gollerías que ningún recluso tiene.


El anticomunismo de Ollanta puede sorprender a incautos, pero no a quienes lo identifican como el capitán Carlos, violador de derechos humanos en la localidad de Madre Mía. Ahora ha dado rienda suelta a ese anticomunismo castrense que coincide con el de los fujimoristas, disparando a diestra y siniestra contra radicales, reformistas, movadefs y caviares.


Se negocia el indulto a Fujimori desde junio


El coronel en retiro Adrián Villafuerte Macha, conocido como “El Ácido” (como lo llamaban en su promoción) sigue siendo uno de los principales asesores de Ollanta Humala. Villafuerte entabló conversaciones con el exministro de Defensa del régimen fujimorista (en prisión) César Saucedo Sánchez, para canalizar el indulto a Fujimori por un módico precio (50 millones de dólares)  depositable en Bangkok. El garante sería el general de brigada Edgar Mercado Zedano, quien fue jefe de la casa militar de Fujimori durante 05 años (y sabe mucho sobre el robo del oro del Paititi).

miércoles, 31 de octubre de 2012


COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL

SOBRE EL PROYECTO DE LEY CONTRA EL NEGACIONISMO


Los escritores, poetas, dramaturgos, artistas,  intelectuales y profesionales que firmamos el presente comunicado, nos oponemos al proyecto de ley contra el negacionismo presentado al Congreso de la República por el Presidente de la República Ollanta Humala Tasso y el Presidente del Consejo de Ministros Juan Jiménez Mayor, el 28 de agosto de 2012, por las siguientes razones:

PRIMERO.- La Constitución vigente, en su Artículo 2°, indica, en los incisos que señalamos a continuación, que toda persona tiene derecho:

Inciso 3.        A la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada. No hay persecución por razón de ideas o creencias.  No hay delito de opinión.  El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la  moral ni altere el orden público.

Inciso 4.        A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley.

Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código  Penal y se juzgan en el fuero común.

Inciso 8.    A la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica, así como a la propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión.

SEGUNDO.- El proyecto de ley presentado al Congreso de la República por el Presidente de la República Ollanta Humala Tasso y el Presidente del Consejo de Ministros Juan Jiménez Mayor, el 28 de agosto de 2012, pretende incorporar el art. 316-A al Código Penal en los términos y condiciones siguientes:

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años el que públicamente apruebe, justifique, niegue o minimice los delitos cometidos por integrantes de organizaciones terroristas, previstos en el artículo 2° del Decreto Ley N°25475 y establecidos en una sentencia judicial firme, de modo tal que el contenido de esas expresiones resulte idóneo y suficiente para los siguientes fines:

a) Menospreciar, hostilizar u ofender gravemente a un colectivo social.

b) Enaltecer a los responsables de dichos delitos.

c) Propiciar o estimular la violencia terrorista.

d) Sirva como medio para adoctrinar con fines terroristas.

TERCERO.- El Proyecto de Ley contra el negacionismo que hemos expuesto, pone en peligro las libertades que la Constitución señala en cuanto a libertad de expresión, opinión, creación intelectual, artística, técnica y científica.

CUARTO.- El Perú ha vivido un conflicto armado interno que enlutó al país y este drama colectivo se ha reflejado (y continúa reflejándose) en creaciones literarias, artísticas, artículos de opinión y obras de análisis científico-social que no deben ser censuradas por ley alguna.

QUINTO.- De aprobarse este proyecto y promulgarse la ley, los jueces y fiscales estarían facultados para interpretar el grado de responsabilidad -dolosa o culposa- de escritores, artistas e intelectuales que se refieran en sus obras a hechos y personajes que participaron en el conflicto armado interno. Esta libre interpretación de jueces y fiscales los autorizaría a calificar qué obras o autores enaltecen a los responsables de delitos de terrorismo, propician o estimulan la violencia o sirven para adoctrinar con fines terroristas.

SEXTO.-  Por estos motivos, los escritores, poetas, artistas, intelectuales y profesionales que firmamos el presente documento rechazamos el proyecto de ley contra el negacionismo, previniendo a la opinión pública sobre las consecuencias que traería su aplicación en el campo del arte y la cultura, así como en el del periodismo y las ciencias sociales. Asimismo señalamos el carácter anti-constitucional del proyecto mencionado y su plena identidad con regímenes totalitarios de corte fascista que han oficializado la persecución de personas por motivo de ideas.


FIRMAS:
Dante Castro Arrasco, escritor, docente y periodista DNI N° 25402972

Gonzalo Espino Relucé, poeta, docente universitario. DNI N°07207593

Mary Ann Agurto. Poeta, promotora cultural. DNI N° 40140144

Bernardo Rafael Álvarez, poeta. DNI N°25486055

Javier Arévalo, escritor, periodista y editor, DNI N° 07237428

Ysabel Gutierrez Yagui. Abogada defensora de Derechos Humanos. DNI N° 09843047

Oscar Calderón Torres, poeta,docente. DNI N° 09327384

Juan Soria Cevallos, periodista. DNI N° 09675756

Ricardo Virhuez Villafane, escritor y editor. DNI N° 08480806

Dimas Arrieta Espinoza, escritor y docente universitario. DNI N° 07919044

Jorge Casilla Lozano, escritor y docente. DNI N° 41571451

Percy Ramírez, escritor, docente universitario. DNI N° 10070847

José Eduardo Bendezú Gutarra, poeta. DNI N° 70440561


Eduardo Gonzalez-Viaña, escritor y docente DNI 18172685

Walter Lingán, poeta y escritor. DNI N° 523522780

Mary Soto Bringas, poeta y periodista. DNI N° 08628144

Ana María Intili, poeta y doctora en medicina. DNI N° 08245377

Timoteo Atoche Gutiérrez, arquitecto. DNI N° 08246049

Gerado Benavidez Caldas, sociólogo y docente. DNI N° 06204078

Edgar Saavedra, escritor.  DNI N° 10144958

Rogger Tang Rios poeta y narrador DNI N° 32835718

Ivan Alfonso Loyola Velarde, escritor. DNI N° 06474063

Rosa Emma Robles Trinidad, socióloga y declamadora. DNI N° 46270470

Irene Vegas García, catedrática, crítica y poeta. DNI N°  06407679

Pedro Manuel Truel Robles, antropólogo. DNI N° 40463026

César García Lozada, economista y escritor. DNI N° 06182908

Víctor Aguirre Aroni, historiador. DNI N° 43300968

Casimiro Ramírez Tenorio, escritor. DNI N° 08341884

Arturo Vicente Aponte Nuñez, abogado, poeta y luchador social. DNI N° 07281225

Yasmín Díaz Gavilán, periodista. DNI N° 09851438.

José Carlos Medina Montes, estudiante de Derecho y dramaturgia. DNI N° 45191418

Javier Enrique Garvich Rebatta, sociólogo, promotor cultural. DNI N° 08822336

Juan Cristóbal, poeta y docente. DNI N° 08705429

Jorge Espinoza Sánchez, editor, escritor y poeta. DNI  N° 8636855

Sócrates Zuzunaga Huaita, escritor. DNI N° 09900323

José Antonio Mazzotti, poeta y catedrático. DNI N° 06350301

Rosina Valcárcel Carnero, poeta y catedrática. DNI N° 07330070


César Ángeles, escritor, periodista y docente universitario. DNI N° 08775721


José Abelardo Güich Rodríguez, escritor, periodista y docente. DNI N° 07272400


Roger Santibáñez, poeta y docente universitario DNI N° 08104162

(SIGUEN FIRMAS)

domingo, 28 de octubre de 2012

Y SE ACABÓ LA PARADA CON SALDO DE CUATRO MUERTOS


El capitalismo prodiga libertades. No digo políticas, pues cuando siente que se le mueve el piso, recurre a dictaduras genocidas. Digo libertades comerciales. “Dejar hacer, dejar pasar”: ése es su lema desde Adam Smith. El libre juego de la oferta y la demanda, según su teórico principal, lo regula todo. El Estado debe asumir un rol pasivo o estrictamente policial. El caos comercial que surgió en La Parada, es un resultado ejemplar de estas recetas.

En 1945, se construyó el Mercado Mayorista de Lima en los terrenos cedidos por la familia Cánepa, haciendo que se concentre en La Victoria un gigantesco movimiento comercial. Como todo macro mercado necesita de empresas de transporte (de pasajeros y mercadería) los paraderos y corralones se instalaron en las avenidas 28 de Julio, Aviación y Gamarra. Así se le denominó “La Parada”, llegándose a zonificar el binomio comercio-población que trajo como consecuencia las invasiones de migrantes andinos al Cerro San Cosme desde 1946. La diversificación del comercio allí hizo surgir otros negocios que surgieron tras un crecimiento caótico y calcutizado. Desde entonces, ningún gobierno, sean dictaduras o democracias, enfrentó el problema. Los que piden “mano dura” deberían tomar en cuenta que las dictaduras más feroces convivieron con el desorden y en virtud de un populismo inaceptable dejaron hacer y dejaron pasar. Después de 67 años, un gobierno municipal se atreve a ordenar algo que se convirtió en foco insalubre, nido de delincuentes y de comerciantes que acrecentaron sus millones gracias a la informalidad.

El asunto se agudiza si no se calculan los riesgos del impacto social que produce un traslado. La alcaldesa Susana Villarán ahora enfrenta la insurgencia de diversos sectores e intereses unidos que se resisten al ordenamiento y la reubicación. El descontento ha sido capitalizado por la derecha que pide su revocatoria. Esa revocatoria fue fomentada, desde el comienzo de su mandato, por el alcalde Castañeda Lossio, la derecha y el fujimorismo. El interés principal estuvo en frustrar las investigaciones de la gestión edil anterior. Por eso agitaron la revocatoria incluso antes que la actual alcaldesa hubiese cometido algún error.

Queda demostrado hoy que Susana Villarán no tenía una estrategia social para la reubicación de La Parada. Como hemos dicho en el artículo anterior, esto no es un simple caso de delincuentes pagados por los grandes comerciantes. La derecha ha capitalizado el descontento de pequeños comerciantes, ambulantes, trabajadores por cuenta propia, estibadores y delincuentes que han hecho su modo de vida allí. Esos son los protagonistas de una violencia masiva que ha sorprendido a los televidentes. Los grandes emergentes, ya tienen soluciones y no temen al traslado. Otros menos grandes tienen contratos pendientes y fomentan o financian convulsiones sociales.

La reubicación de La Parada implica la desarticulación económica de dos distritos que han vivido gracias a ella. Cerrar el paso de camiones con grandes bloques de concreto, implica que cientos de personas no trabajarán los siguientes días. Pero más allá del reordenamiento necesario, esto nos obliga a meditar acerca del caos que trae el crecimiento capitalista en Lima.


El alcalde Alberto Andrade tuvo que enfrentar a los comercializadores de pirotécnicos después del macabro incendio de Mesa Redonda. Frente a cada ordenanza municipal de Andrade, los comerciantes sacaban una acción de amparo del Poder Judicial. Ni el enorme número de víctimas pudo motivar su reubicación. Allí siguen, hasta ahora, hacinados y sin las mínimas condiciones de seguridad.

EL SALDO FINAL


La Parada sale, victoria del municipio, pero esto deja sin ocupación a una multitud que vive en los alrededores. Los delincuentes, entre quienes se alzaron, no fueron tantos. Eran más los sub-ocupados, estibadores, ambulantes, vendedores de alimentos, recicladores, etc., que se quedan en la calle. La mafia se traslada a Santa Anita: solamente es un cambio de lugar.Los que amasan fortunas siempre ganan, aquí o allá.


Si nos demuestran que la delincuencia en Lima disminuirá con la reubicación de La Parada, tendremos que reubicar el parlamento para que no haya tanto ratero de cuello blanco. Tal vez la reubicación funcione como pomada milagrosa para curar todos los males.

Los revocadores fujimontesinistas se alimentan de los errores políticos del municipio. Una sana lectura de Sun Tzu le hace falta a Susana Villarán. Antes de ser alcaldesa, despenalizó los delitos menores y nos dejó en manos de los delincuentes. Ahora dice que esos delincuentes, para quienes instituyó la impunidad, son quienes atacaron a la policía.

Lo inaceptable sería legitimar la muerte como solución para instaurar el orden o cumplir la ley, porque igual procede el gobierno frente a los muertos de Conga o Espinar. Si lo dice así, unos con guitarra y otros con cajón, la misma vaina son.

viernes, 26 de octubre de 2012


LA PARADA DE LA VILLARÁN
Hemos visto horrorizados las imágenes de los luctuosos enfrentamientos en La Parada. La policía fue desbordada y derrotada por una muchedumbre, pero sólo nos explican que son elementos del lumpen y delincuentes comunes al servicio de los principales interesados: comerciantes inescrupulosos, mafias que se resisten a la reubicación, etc. Esta explicación es insuficiente.

Los delincuentes que pueden ser contratados o movilizados por los comerciantes, están lejos, numéricamente, de constituir la muchedumbre que atacó a la policía. Por supuesto los hubo, entreverados en la masa enardecida y aprovechando la ocasión. Pero, ¿quiénes más estuvieron allí dispuestos a matar o morir por la permanencia de La Parada?

Alrededor de los grandes negocios de prósperos comerciantes, se teje una extensa red de intercambios que involucran a muchas personas y familias. Estas personas viven en los alrededores de La Parada y han constituido sus diversos sistemas de vida en torno a ella. En esa galaxia de constelaciones de intereses económicos, tenemos a pequeños comerciantes, vendedores ambulantes, reducidores, recicladores, estibadores, trabajadores, guachimanes y… ladrones, asaltantes, proxenetas, traficantes de drogas y alcohol barato, etc. Los ricos pueden aceptar mudarse a Santa Anita, pero los pobres y marginales no. Y los marginales, cuando se rebelan, terminan saqueando los negocios de quienes más tienen.

Entonces, más allá del ordenamiento que legítimamente intenta imponer el municipio para terminar con el caos (algo que ningún alcalde anterior quiso tocar), hay un problema social que el equipo de Susana Villarán no entendió o no tuvo interés en investigar. Se supone que es necesario investigar para trazar una estrategia eficaz y prever las consecuencias. Significa conocer esa realidad para anticiparse al riesgo y al impacto social de una medida. Tampoco lo hizo el servicio de inteligencia de la Policía Nacional (PNP).

Los caviares están muy lejos del pueblo. Si durante 30 años lucraron de proyectos en las ONG y miraron con telescopio las estrategias de supervivencia de los migrantes, no pueden hoy entender qué pasó en La Parada. Carecen de tácticas de publicidad que sí tienen sus opositores. Y así como cada partido de gobierno coloca a sus favoritos en puestos de trabajo con jugosos sueldos, los caviares contratan a otros caviares, sea por recomendaciones o vínculos familiares.  No por sus méritos. De ahí podemos explicarnos la incapacidad, la falta de criterio, la irresponsabilidad de funcionarios que gozan de la confianza de una alcaldesa que no tiene facultades de liderazgo.

La Policía Nacional se ha mostrado incompetente. Los hemos visto antes hacer prodigios de movilización y concentración de fuerzas contra el pueblo organizado. Pero, ¿no estará esta “casual” incompetencia ligada a los intereses de quienes promueven la revocatoria? ¿Enmudecieron sus agentes de inteligencia? Entendemos que la policía no  fue a desalojar sino a “acompañar” a la colocación de bloques de cemento para cercar la zona y garantizar el cumplimiento de una ordenanza. Entendemos que ello no tenía que coordinarse con la fiscalía. Pero si se nos dice que la acción fue coordinada, con anticipación, entre la Policía y la Municipalidad, ya sabemos por dónde se pudre el asunto. El alto mando de la PNP sabía la fecha en que se colocarían los bloques y que coincidía con la ausencia de la alcaldesa. Entonces pudo alertar a los artífices de la revocatoria y a la muchedumbre que vive de La Parada, porque nunca más tendrían una oportunidad así.

La aplanadora mediática de conciencias hace tiempo funciona contra la alcaldesa Villarán. Ella, no quiso tener un equipo de contraofensiva mediática. El voto de izquierda la puso en el gobierno municipal. Pero apenas tuvo la ocasión, deslindó con la izquierda, se declaró antichavista y antifidelista. Mientras tanto, sus opositores (que sí están unidos) han hecho coincidir la rebelión de los marginales, su ausencia del país y la entrega al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) del último lote de firmas a favor de la revocatoria. Hasta este momento, se contabilizan dos muertos por los sucesos de La Parada. Siguen los saqueos, la gente del cerro se moviliza nuevamente y el presidente Humala no se pronuncia. Una vez más tendremos que apoyar a la elegida por el pueblo, pero no podemos tapar el sol con un dedo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

TESTAMENTO DE ALBERTO FLORES GALINDO

REENCONTREMOS LA DIMENSIÓN UTÓPICA

Por Alberto Flores Galindo

Lima 14 de Diciembre de 1989


Queridos amigos:

El 2 de febrero pasado fui asaltado sorpresivamente por una dolencia: un glioblastoma multiforme en el lado izquierdo del cerebro. En otras palabras: un tipo poco frecuente de cáncer que por su difícil diagnóstico y ubicación requería un tratamiento fuera del país. Gracias a los amigos pude viajar para tratarme durante dos meses en New York (Presbyterian Hospital). Tiempo después tuve que regresar una semana más a ese mismo hospital. Imaginarán lo costoso que fue todo esto. A pesar de la buena voluntad de algunos funcionarios públicos, del Seguro Social peruano sólo recibimos promesas, que condujeron a dilatadas reuniones, trámites y pérdida de tiempo. El Seguro Social, además, apenas reembolsaría parte de los gastos. Durante varios meses, casi todos los días, debimos ir a una y otra dependencia, buscar los papeles. Parte de nuestra documentación se perdió, el resto daba vueltas por las oficinas y tontamente nosotros también. Este engañó lleva ya 10 meses. Estuvieron a pesar de todo, amigos y excepcionalmente algunos dirigentes nacionales que efectivamente quisieron ayudar, pero después de casi un año no pudieron pasar de la intención. Esto, sin embargo, es lo que más vale.

El mío no es un caso excepcional. Al Seguro Social no le interesa ayudar a nadie, dificulta intencionalmente los trámites y la atención. El Estado y su burocracia no sirvieron, hasta ahora. En cambio los amigos sí. Por ellos pude viajar, hacer que me atiendan y enfrentar los males. La amistad aquí no es sólo una abstracción. Es un sentimiento cotidiano y efectivo. Sin la intervención espontánea de mis amigos no podría estar refiriendo esta historia, que me mostró la riqueza de la amistad. Experimentar eso que llaman ser solidarios. Muchos intervinieron e inmediatamente armaron un gran movimiento de solidaridad. Hubo desde quienes aportaron muy elevadas cantidades, hasta quienes las monedas que tenían en el bolsillo. Otros, sus visitas. Algunos sus palabras. Estuvieron también esos niños a quienes a se les ocurrió llegar con sus propinas. Más importante fue verles y compartir su afecto. Lo más movilizador fue la amistad. Conocidos y desconocidos de fuera y dentro del país han intervenido. De España, Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos llegaron colaboraciones. Con ellos me he sentido no sólo peruano, sino parte de todos los sitios. En estos momentos en el Perú cuando todo parece derrumbarse, cariño y solidaridad me mostraron otros rostros del país. Hubiera querido agradecer personalmente a cada uno.


No importa que no se haya podido derrotar al cáncer. Perdí. Perdimos. El final es ineludible. Me aguarda –tarde o temprano, en semanas más o menos– la muerte. Pero lo trascendente es el despliegue de apoyo que aún sostiene mi tratamiento y mi familia, que acompaña a Cecilia, Carlos y Miguel en los momentos más difíciles. La solidaridad fue moral y económica. Los amigos llegaron incluso a vigilar mi recuperación en el hospital, apoyaron a mi esposa, atendieron y cuidaron a mis hijos. Mi familia es pequeña, los amigos son muchos. He debido rectificarme, dejar a un lado mi habitual pesimismo. Descubrir la fuerza de la solidaridad.


Aunque muchos de mis amigos ya no piensen como antes, yo por el contrario, pienso que todavía siguen vigentes los ideales que originaron al socialismo: la justicia, la libertad, los hombres. Sigue vigente la degradación y destrucción a que nos condena el capitalismo, pero también el rechazo a convertirnos en la réplica de un suburbio norteamericano. En otros países el socialismo ha sido debilitado; aquí, como proyecto y realización, podría seguir teniendo futuro, si somos capaces de volverlo a pensar, de imaginar otros contenidos. Esto no es la moda. Es ir contra la corriente. También debemos enfrentarnos a los cultores de la muerte o a aquellos que sólo piensan en repetir las recetas de otros países. El desafío creativo es enorme. ¿Podremos? Es un desafío, además, donde están en juego nuestras vidas y la edificación del país. ¿Una sucursal norteamericana? ¿Un país andino? ¿Qué hacer con el Perú? ¿Será posible el socialismo? Hasta ahora, entre 1980 y agosto de 1989, se han producido 17,000 muertes. Asesinatos de propietarios, obreros, desempleados, campesinos. Todos tienen rostros y nombres aunque los ignoremos. Esto ha ocurrido en un país “democrático”, con el silencio de la derecha pero también la inacción de la izquierda. Muchos convertidos en espectadores.


No sólo estamos frente a desafíos económicos, sino también frente a requerimientos éticos. Ahora muchos han separado política de ética. La eficacia ha pasado al centro. La necesidad de críticas al socialismo, ha postergado el combate a la clase dominante. No sólo estamos ante un problema ideológico. Está de por medio también la incorporación de todos nosotros al orden establecido. Mientras el país se empobrecía de manera dramática, en la izquierda mejorábamos nuestras condiciones de vida. Durante los años de crisis, debo admitirlo, gracias a los centros y las fundaciones, nos fue muy bien y terminamos absorbidos por el más vulgar determinismo económico. Pero en el otro extremo quedaron los intelectuales empobrecidos, muchos de ellos provincianos, a veces cargados de resentimientos y odios.


En definitiva lo que nos resultará más costoso es haber separado moral de cultura. Socialismo es crear otra moral. Otros valores. A pesar de algunos intentos y ciertos personajes minoritarios, hemos convivido con el despliegue del autoritarismo y la muerte.


La mayoría de los intelectuales y demasiados dirigentes políticos de izquierda, hemos perdido la capacidad de vivir y sentir la indignación. Supimos de tantos enfrentamientos como el de Molinos en el que entre los subversivos no hubo presos, ni heridos, sólo 62 muertos de los que el MRTA sólo reconoce 42. Estas son ejecuciones. Nadie protestó, reclamó, denunció, se indignó. Esta es una pérdida de moral en la izquierda. Como este hay muchos otros casos. Nos hemos acostumbrado a vivir así. Nadie se atreve a decir que hay gran cantidad de muertos, ejecutados inocentes por las fuerzas represivas. No se lo puede decir en público, sin romper y colocarse fuera del “orden democrático”. Pero si no lo dicen todo empeora. Puedo decir todo esto con tranquilidad y sin miedo. No temo lo que me puedan hacer. No deberíamos aceptar el armamentismo que nos quieren imponer. También nos hemos acostumbrado a los crímenes del otro lado.


En este clima no nos asombra que se quiera hacer proyectos de paz y desarrollo imponiendo el orden de las fuerzas armadas. Imposición de los dominadores. No creo que haya que entusiasmar a los jóvenes con lo que ha sido nuestra generación. Todo lo contrario. Tal vez exagero. Pero el pensamiento crítico debe ejercerse sobre nosotros. Creo que algunos jóvenes, de cierta clase media, tienen un excesivo respeto por nosotros. No me excluyo de estas críticas, todo lo contrario. Ha ocurrido sin discutirse, pensarse y menos, interrogarse. Espero que los jóvenes recuperen la capacidad de indignación. Estos problemas ya han sido planteados, aunque sin éxito, en otros sitios y tiempos. Fue el caso de los populistas. Nombre para diversas corrientes que aparecieron en Rusia y otros países de Europa Oriental desde mediados del siglo pasado. Al principio enfrentados con Marx, quien luego admitió la posibilidad de otra vía al socialismo que no implicara la destrucción del mundo campesino. Hasta allí llegó. Los populistas a su vez, se diversificaron y enfrentaron entre sí. Desde los legalistas hasta los que perfeccionaron la práctica del terror. No tuvieron una sola línea y son vigentes por los problemas que percibieron y las respuestas y polémicas que desarrollaron. Planteados los problemas siguieron presentes hasta cuando, tiempo después, se eliminaron todas estas discusiones con los muchos desaparecidos o muertos por el estalinismo.


En el Perú sólo hemos pensado en una tradición comunista, olvidando a quienes fueron derrotados pero que quizá planteaban caminos que pueden ser útiles para discutir. No buscar otra receta: hacernos una. En todos los campos. Insistir con toda nuestra imaginación. Hay que volver a lo esencial del pensamiento crítico, lo que no siempre coincide con mostrarse digerible o hacer proyectos rentables. Es diferente pensar para las instituciones que hacerlo para los sujetos. El socialismo no debería ser confundido con una sola vía. Tampoco es un camino trazado. Después de los fracasos del estalinismo es un desafío para la creatividad. Estábamos demasiado acostumbrados a leer y repetir. Saber citar. Pero si se quiere tener futuro, ahora más que antes, es necesario desprenderse del temor a la creatividad. Reencontremos la dimensión utópica. El socialismo en el Perú es un difícil encuentro entre el pasado y el futuro. Este es un país antiguo. Redescubrir las tradiciones más lejanas, pero para encontrarlas hay que pensar desde el futuro. No repetirlas. Al contrario. Encontrar nuevos caminos. Perder el temor al futuro. Renovar el estilo de pensar y actuar. Lo que resulta quizás imposible sin una ruptura con esos izquierdistas excesivamente ansiosos de poder, apenas interesados en lo que realmente sucede.



Sospecho que no hay tiempo indefinido. Desde el siglo XVI, las culturas andinas excluidas y combatidas, han podido resistir, cambiar y continuar. Fueron derrotadas al terminar el siglo XVIII. Desaparece entonces la aristocracia andina, se combate a la sociedad rural, se deporta y extermina a sus miembros. Sin embargo subsistirá el mundo campesino. En el siglo XX nuevos enfrentamientos. Primero a principios de la década de 1920, después alrededor de 1960 y ahora. El capitalismo no necesita de ese mundo andino, lo ignora. Se propone desaparecerlo. Sobre todo ahora que tenemos nuevamente un discurso liberal, repetitivo y dirigido contra las formas de organización tradicionales. Dispone de instrumentos y posibilidades que antes no tenía. Esto ha sucedido en otros lugares, pero aquí no es inevitable destruirlo. Hay que proponer otro camino. Fue advertido por José María Arguedas, pero desde su muerte han transcurrido veinte años y nuestro desafío es cómo y de qué manera evitarlo. La respuesta no sólo está en un escritorio. Exigir un cambio de vida. Lo que se proponía Arguedas en El zorro de arriba y el zorro de abajo no era el regreso al pasado sino la construcción de una nueva sociedad, donde: “Todo eso es para ganar plata. ¿Y cuando ya no haya la imprescindible urgencia de ganar plata? Se desmariconizará lo mariconizado por el comercio, también en la literatura, en la medicina, en la música, hasta en el modo como la mujer se acerca al macho. Pruebas de eso, de lo renovado, de lo desenvilecido encontré en Cuba. Pero lo intocado por la vanidad y el lucro está, como el sol, en algunas fiestas de los pueblos andinos del Perú”.(J.M.Arguedas, El Zorro de Arriba el Zorro de Abajo, Lima, Editorial Horizonte, 1983, p. 22.). Esto fue un proyecto formulado hace veinte años y que ahora requiere que quienes se dedican al marxismo y las ciencias sociales continúen con ese proyecto pensando en el futuro. Los científicos sociales no lo piensan hasta ahora suficientemente. No hay que limitar el horizonte del pensamiento a cosas locales. Ese libro de El zorro de arriba y el zorro de abajo, en contra de lo que podía suponerse, no se refiere a problemas locales, sino que aborda el conjunto de la sociedad para incluir propuestas alternativas. Fue hecho hace veinte años, repito.


Sin embargo la izquierda no ha podido todavía responder a este desafío. Tiene miedo ahora de enfrentar el futuro. En un país como este la revolución no sólo reclama reformas sino la formación de un nuevo tipo de sociedad. En el país se ha comenzado a discutir el lugar de los campesinos, colocándolos no sólo como anécdotas, sino pensados como protagonistas. Hay que discutir el poder, entonces no hay que discutir la producción y los mercados, sino también dónde está el poder, quiénes lo tienen y cómo llegar a él. Cuestionar el discurso liberal. Los jóvenes lo pueden hacer. Muchos somos viejos prematuros. La derecha avanza en todos los terrenos. Quisieran estar listos militarmente. También dan la ilusión de un nuevo discurso. Un discurso en realidad cínico, que tiene tras suyo muchos muertos. Pero esa derecha sigue siendo una suma heterogénea de individuos con intereses particulares, muchas veces demasiado vinculados al exterior. Tampoco tienen sólo un proyecto. Por el contrario. Aparte de las discrepancias hasta ahora no asumen la construcción de una sola alternativa. Mientras tanto, para ser admitidos, esos izquierdistas que frecuentan más las recepciones que las polémicas y cultivan los buenos modales, se visten a la medida. En otro lado de la ciudad, las marchas, los enfrentamientos callejeros, largos, agresivos se han vuelto frecuentes. Reclaman respuestas urgentes. ¿Las buscamos? La cuestión se plantea sólo como el dilema entre quienes admiten la violencia y quienes optan por la vía legal. Así como hace falta una nueva alternativa, es necesario pensar el camino. Algunos creen que hay recetas ya establecidas y que apenas tienen que aplicarlas. Cuando las revoluciones han tenido éxito no ha sido así. Todo lo contrario siempre han sido y serán excepcionales.


El socialismo en el poder comenzó sorpresivamente en 1917, hace sólo setenta años. Apareció apenas terminada la primera guerra mundial en un país y en un lugar que se suponía uno de los espacios más atrasados, donde no se produciría uno de estos cambios sustanciales. Sin embargo, allí surgió el socialismo que, años más tarde, después de la segunda guerra mundial se expandiría a otros territorios, al Asia, al África. La empresa capitalista en cambio lleva ya algunos siglos de expansión. Las puertas al socialismo no están cerradas, pero requiere de pensar otras vías. Una tercera, cuarta, quinta forma. Un socialismo construido sobre otras bases, que recojan también los sueños, la esperanza, los deseos de la gente. Uno en el que se de cabida también a estas necesidades. Se requiere de los intelectuales. Pero insisto, lo lamentable que es el desencuentro entre ellos y la militancia política. Aquí también hay una responsabilidad de quienes han estado demasiado preocupados por la lucha inmediata, la imposición de una secta, la disputa del poder minúsculo. Así se envejece. Será muy difícil que estemos a la altura de las circunstancias.



Pero no todo está perdido. Pueden aparecer otros personajes. Además ya tenemos hijos. Ojalá pierdan admiración y respeto esos jóvenes, y asuman lo que no ha podido ser hecho. Pasar cuarenta años en este país es haber hecho demasiadas transacciones, consentimientos, silencios, retrocesos. Domesticados. Algunos imaginaron que los votos de izquierda les pertenecían. Pero las clases populares piensan, aunque no lo crean ellos. No dan cheques en blanco. Recordemos como fluctúan las votaciones. Los pobres no les pertenecen. Pero el socialismo –insisto– exigirá para su futuro un cambio radical en el discurso. Revolución no es sinónimo sólo de violencia. Hace falta proponer una nueva sociedad alternativa. Ahora es un poco tarde. En toda revolución hay siempre un sector demasiado radical que aparece al final. Aquí el desarrollo de los acontecimientos ha sido diferente. Ha surgido primero y, no obstante empezar desde un sector reducido, ha conseguido seguir existiendo y hasta incrementar el número de sus seguidores. Ha aparecido un sector demasiado radical, que ha derivado en el fanatismo, el sectarismo y el crimen. Ha conseguido funcionar y a lo menos tener un relativo éxito en ciertas regiones. Con el tiempo se ha ido tornando más sectario y su acción política ha derivado en una práctica contaminada con lo criminal. Son capaces de eliminar a dirigentes populares, como hace la derecha. ¡Qué horrible! ¡Esta gente que era de izquierda! Y los demás no se lo recriminan. Guardan también silencio.


Aquí –como más o menos en otros espacios– no se puede predecir y anunciar el futuro. El futuro no está cerrado. Si doy esa impresión me corrijo. No hay una receta. Tampoco un camino trazado, ni una alternativa definida. Hay que construirlo, resultado de los múltiples factores: la experiencia de la izquierda, los discursos del pasado, los nuevos problemas. Ahora en el Perú hay demasiadas posibilidades contrapuestas. Los enfrentamientos son más duros con enormes costos en vidas, pero los caminos siguen apareciendo. No es frecuente pero queda también la posibilidad de un socialismo masivo, revolucionario pero sin asesinatos.



En estos momentos podemos dividir el espectro político del país básicamente en tres. Tenemos de un lado a la derecha, aglutinada y representada por el Fredemo, aparentemente homogéneo, en realidad con diversos intereses que pugnan al interior. Tenemos también a Sendero Luminoso y al MRTA, uno transitando a la acción criminal, y el otro insuficientemente creativo y sin propuesta social. Está también la izquierda unida en el centro, entre uno y otro. Esta izquierda oficial empeñada en participar en las elecciones y en los mecanismos tradicionales de poder, se aleja del movimiento popular, es étnica y culturalmente distante de las mayorías populares. No puede sentir como ellos y no los incorpora en los cargos dirigenciales. Pero no es tampoco homogénea. De una izquierda que hace algunos años se pensaba toda revolucionaria se han ido desgajando y delimitando algunos sectores. Uno transita hacia la derecha o el Apra. Aparentemente la mayoría quieren persistir tercamente en el centro. Se empeña en las reformas. Muy pegado a ellos hay también un sector, más pequeño que quiere ser revolucionario, no criminal, que quiere remover las estructuras, no reformarlas, que empieza a plantearse el problema de la construcción de un socialismo original.


Todavía no existe una alternativa revolucionaria diferente cuajada. Requiere esfuerzo de creación, están allí sus elementos pero no puede crecer liderada por profesionales de clase media. No repetir, crear otro tipo de dirigente. Dar cabida a otros sectores sociales y a los jóvenes. Ellos no deben seguir haciendo lo mismo, no pueden seguir pensando como hace veinte años. Las cosas han cambiado. Hay quienes sienten su urgencia y quienes piensan que tienen tiempo. Es más no es sólo un problema de tiempo, Hay también uno geográfico. Las posibilidades de acción política son diferentes según las regiones del país. Los problemas no se pueden pensar igual desde Lima, desde Ayacucho o la región central. No se tome todo esto como una crítica por alguien –insisto– que se imagina por encima. Todo lo contrario. Es en parte una autobiografía.


Termino evitando ponerme como ejemplo de cualquier cosa. Lo cierto es que, como en pocos sitios, hemos sido una intelectualidad muy numerosa, pero a la vez poco creativa. Incapaces de dar a nuestro propio país la posibilidad de un marxismo nuevo. Intelectuales y políticos ignoran el pasado, la historia, lo que han sido. Demasiado modernos. Incapaces de elaborar un proyecto. Todos son mis amigos. Insisto que mientras en muchos otros países latinoamericanos el socialismo ha sido destruido, aquí sigue vigente. Todavía. A pesar de estar arrinconado. La izquierda se divide. La mayoría, en estos momentos, parece derechizarse. Pero también está esa minoría que se radicaliza. Hay una posibilidad de izquierda en todo esto, pero debe tomar forma.


Muchas gracias a todos los amigos y desde luego, sobre todo, a quienes discrepan conmigo. Siempre mi estilo agresivo pero no anula el cariño y el agradecimiento con todos ustedes, más aún con quienes más he discutido. Discrepar es otra manera de aproximarnos. Y desde luego cuando acudieron a ayudarme no les interesó saber que posición tenía en la cultura o en la política.


Un abrazo.


¡Qué buenos amigos!


Alberto Flores Galindo

martes, 17 de abril de 2012

MARIÁTEGUI A 82 AÑOS DE SU DESAPARICIÓN FÍSICA


EL PARTIDO COMUNISTA DE MARIÁTEGUI

El 07 de octubre de 1928, nueve socialistas dirigidos por José Carlos Mariátegui, firmaron el acta de constitución del Partido Socialista del Perú y aprobaron los Estatutos del mismo. La fundación del partido del proletariado era el resultado de una maduración ideológica a la luz de los conflictos sociales del país y del mundo. Se adopta tácticamente el nombre de “partido socialista”, pero en sus estatutos está registrada, inconfundiblemente, su filiación clasista proletaria, así como su ideología marxista-leninista e incorporación a la 3ª Internacional Comunista. El Amauta muere un 16 de abril de 1930, en plena etapa de definiciones e intercambio de documentos con la 3ª Internacional. El 20 de mayo, en la huerta chosicana del campesino Juan H. Peves, se aprueba el cambio de denominación a Partido Comunista del Perú.

Como esto ha sido malinterpretado por apristas y reformistas, conviene aclarar que para Mariátegui, el único socialismo posible estaba inspirado en la Revolución Bolchevique y en la 3ª Internacional. Por lo mismo, el cambio de denominación, deviene natural. Ya en números anteriores cerramos el debate con las tendencias confusionistas al respecto, pero ofrecemos un documento más, escrito por Mariátegui, para ilustrar al lector:

“A una encuesta sobre el socialismo y los artistas, Heinrich Zille en 1924 contestó con estas palabras: ‘A vuestras preguntas responderé los siguiente: Desde la edad de 14 años (1872) soy socialista. Pero desde 1914 no lo soy más. Desde que los comunistas dicen y aplican lo que antes los socialistas han querido hacer sin aplicarlo, soy comunista’. (…) Zille trabaja con su arte por la revolución y por el socialismo”. (JCM: Revista Amauta, N° 27, noviembre-diciembre 1929)


LA PARÁLISIS DEL PARTIDO COMUNISTA

Catorce años después de fundado, el Partido tuvo su Primer Congreso. ¿A qué se debió esta postergación? Alguien supondrá que Mariátegui descuidó la vida orgánica, pero este dislate es ajeno a la verdad. Al final del 9° principio programático, el Amauta indica que las tesis planteadas “quedarán definitivamente formuladas en el Primer Congreso del Partido.”

A la temprana muerte de Mariátegui, debemos agregar otras limitaciones que comprometieron seriamente el desarrollo del Partido. La composición del Comité Fundador, no era clasistamente homogénea y tampoco garantizó la continuidad del proyecto. La revista Amauta se evapora en manos de Ricardo Martínez de la Torre, quien desertó de la causa obrera. Luciano Castillo, opuesto a la 3ª Internacional, también desertó para constituir el Partido Socialista Peruano. Julio Portocarrero, degenerado derechista, fue expulsado en el primer congreso. Antonio Navarro Madrid, secretario de Mariátegui y por ello de suma confianza, también fue purgado por derechista.

La represión fascista de los gobiernos de Sánchez Cerro y de Benavidez y el oportunismo ultraizquierdista del secretario general Eudocio Ravines , fueron los principales factores de la parálisis orgánica. De estos tres factores, el más perjudicial fue la influencia negativa de Ravines, quien se propuso extirpar la interpretación marxista leninista de nuestra realidad y los métodos de dirección legados por Mariátegui. Así lo deja expresado en un documento al Comité Central en 1934:

“Nuestra posición frente al mariateguismo es y tiene que ser de combate implacable e irreconciliable puesto que él entraba la bolchevización orgánica e ideológica de nuestras filas.”

Sólo habían transcurrido cuatro años de su desaparición física. Pero la liquidación emprendida por Ravines no se redujo a condenar al fundador, sino que atrofió el desarrollo del Partido. Una pésima interpretación de la teoría leninista del “partido de cuadros” impuso una distancia insalvable entre la organización y los elementos progresistas en formación, añadiéndole su personal autoritarismo y sectarismo.

Se puede interpretar, a favor de Ravines, que la cadena de persecuciones, encarcelamientos y deportaciones le imposibilitaron efectuar su cargo. Pero la dirección no podía ejercerse desde el exterior, menos con directivas generales de la Tercera Internacional. A pesar de él, los comunistas no dejaron de luchar y de constituir células obreras y organismos de masas, mientras los gobiernos de turno los perseguían con ensañamiento.


OPÚSCULO DE UN TRAIDOR

Antes que la muerte frustrara su proyectado viaje a la Argentina, Mariátegui delegó la secretaría general a un militante probado que contaba con la confianza de la 3ª Internacional. En 1929 había contribuido con Armando Bazán, César Vallejo y Jacinto Paiva a la disolución de la célula aprista de París para adherirla al Partido Socialista de Mariátegui. Entre los camaradas de Lima y del exterior, financiaron su retorno para que asuma el cargo.

Nacido en Cajamarca, 1897, incursionó en política a través de la Universidad Popular González Prada. Fue deportado por el gobierno de Leguía y luego por la dictadura de Benavidez. Después de ser comisario en la guerra civil española, tras la derrota, fuga a Moscú para asumir tareas de la Komintern; colabora con el PC de Chile y el Frente Popular que llega al gobierno en 1938; vuelve a Moscú donde culmina traicionando. La 8° Conferencia Panamericana de Lima, 1938, fomentada por Roosevelt, propicia que apristas y comunistas se integren a las democracias en oposición al fascismo. Para las elecciones de 1939, el Partido dirigido por Ravines apoyó servilmente la candidatura del plutócrata Manuel Prado. En 1942, el PC del P hace su primer Congreso oficializando la expulsión de Ravines, por traición. Y en 1945, en plena euforia de la victoria antifascista, el presidente Prado financió el retorno de Ravines, sabiendo que había degenerado. La oligarquía tuvo en él a un periodista incondicional y anticomunista. En 1969 es desterrado por el gobierno de Velasco y privado de la nacionalidad peruana. Siguió ejerciendo un corrosivo periodismo reaccionario hasta su muerte a los 82 años en México, 1979, tras un sospechoso accidente automovilístico. Días antes, jóvenes con pañoletas rojinegras lo agredieron por difamar a la revolución sandinista.

EL PRIMER CONGRESO Y LAS PRIMERAS DESVIACIONES

Desde que Ravines subordinó la política comunista al pradismo, los militantes presos gestaron el núcleo opositor para promover la reestructuración del Partido. Esto se inició en la Cárcel de Varones de Lima y arribó a una Asamblea Extraordinaria que expulsó a Ravines y a sus incondicionales Nicolás Terreros, Julio Portocarrero y Antonio Navarro Madrid, eligiendo al Comité Organizador del Primer Congreso Nacional. Éste se dio entre el 29 de setiembre y el 5 de octubre de 1942, expulsando a los ravinistas y censurando a quienes se sometieron al régimen oligárquico de Prado (lo llamaron “el Stalin peruano”). Aún así, continuó la desviación de derecha con la propuesta de “unidad nacional” frente al fascismo, confundiendo a Prado con un representante de la burguesía nacional, proponiendo que los jóvenes comunistas cumplieran el servicio militar obligatorio y propiciando acercamientos con militares patriotas.

Los principales extravíos ideológicos del Primer Congreso son dos: el seguidismo a la política internacional de unidad antifascista y el abandono de la independencia de clase del proletariado. Se constata en sus conclusiones un énfasis desmesurado en la situación internacional y un descuido por las condiciones de explotación de los trabajadores peruanos.

En tal contexto se da la consigna de “convertir nuestro Partido en un poderoso partido de masas, tipo estalinista”. La cláusula 9ª de las conclusiones, precisa: “La construcción de un partido de masas de tipo nuevo, de tipo estalinista, requiere asimismo, en forma imperiosa la lucha enérgica, incansable, contra las tendencias nocivas del pasado”. Según ello, había que erradicar la estructura del “partido de cuadros”.


EL PARTIDO DE MASAS Y EL PARTIDO DE CUADROS

En 1929, Mariátegui escribió: “Todos los elementos responsables y autorizados de nuestra tendencia ideológica, están con nosotros, en el trabajo de dar vida a una agrupación definida, realista, de masas”. Y en carta a Vallejo, octubre del mismo año, agregó: “no cejaré en el empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana”. Más claro lo dice el Amauta en cuanto al Comité fundador: “De acuerdo a las condiciones concretas actuales del Perú, el Comité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas”. Nosotros interpretamos este anhelo como un exceso de optimismo e impericia en cuestiones orgánicas.

Guillermo Rouillon señala como errónea la tesis del partido socialista orientado por una fracción comunista en su interior:

"El Partido Socialista (igual que otras fuerzas similares del orbe en su faceta original) incurrió en patentes errores orgánicos. José Carlos, en este caso, no fue ajeno a ellos. Él, como estaba influido por la obra marxista revolucionaria desarrollada por Gramsci en Italia, juzgó útil que el Partido Socialista peruano (…), pudiera disponer de una fracción comunista que lo orientara (...). Pero tal medida, adoptada previa al acto de fundación del Partido Socialista y como fruto de la impericia, no persistió por mucho tiempo. (…) De súbito un cierto cuarteto de jóvenes pertenecientes al Cte. Central, ganados por la mentalidad socialdemócrata y que ostensiblemente pretendían separar el marxismo del leninismo, empezaron por formar un grupo opositor al de José Carlos. Es justo reconocer que esta amenaza de dividir al Partido, en una estéril contienda fraccional, le hizo enmendar rumbos a Mariátegui." ROUILLON, G. La creación heroica de José Carlos Mariátegui, t. 2, p. 407.

Según la teoría leninista del Partido, éste es una organización selecta de cuadros que organiza a las masas a través de otras estructuras. Los organismos de masas a que se refiere son correas de transmisión, organismos-puente y frentes amplios.

En cuanto a la estructura de cuadros, Lenin señala: “El único principio de organización serio a que deben atenerse los dirigentes de nuestro movimiento tiene que ser el siguiente: la más severa discreción conspirativa, la más rigurosa selección de afiliados y la preparación de revolucionarios profesionales.” (Qué hacer, p. 183)

Y Mariátegui coincide plenamente con Lenin cuando escribe:

“…una revolución es siempre la obra de una élite, de un equipo, de una falange de hombres heroicos y superiores”. (JCM. El problema de las elites, Variedades, 07/01/1928)

Lenin explica que: “…en la época del capitalismo, cuando las masas obreras son sometidas a una incesante explotación y no pueden desarrollar sus capacidades humanas, lo más característico para los partidos políticos obreros es justamente que sólo pueden abarcar a una minoría de su clase. El partido político puede agrupar tan sólo a una minoría de la clase, puesto que los obreros verdaderamente conscientes en toda sociedad capitalista no constituyen sino una minoría de todos los obreros. Por eso nos vemos precisados a reconocer que sólo esta minoría consciente puede dirigir a las grandes masas obreras y llevarlas tras de sí.” (Lenin: Sobre el papel del Partido Comunista, 1920)


LA NECESIDAD DE UN PARTIDO COMUNISTA

Hoy se hace necesario trabajar por la reconstitución del Partido Comunista del Perú que fundó Mariátegui, como una sólida estructura de cuadros que genere organismos de masas. Constatamos que las masas proletarias han sido abandonadas a su suerte por la clase política de “izquierda” y por la aristocracia sindical. La mayor cantidad de la población económicamente activa (PEA) carece de los mínimos derechos que demanda la OIT: estabilidad, sindicalización, jornada laboral, jubilación. Los intereses de la clase obrera no figuran en los discursos nacionalistas, populistas o progresistas: han sido obviados en el debate político. Urge una vanguardia de clase y un programa de poder. En la construcción de esa vanguardia, los trabajadores no pueden ser sustituidos por la pequeña burguesía que pretende actuar en su nombre. Los diferentes destacamentos de vanguardia marxistas-leninistas que actúan en el movimiento obrero, deben unir sus esfuerzos en esa dirección. Hagamos realidad ese estado mayor que el proletariado necesita para conquistar el poder y construir el socialismo.

jueves, 12 de abril de 2012

Niños en la guerra o soldados menores


La reacción, a través de sus transnacionales del pensamiento, ha convertido las cruzadas por los derechos del niño en zonas de conflicto en una herramienta de satanización de las fuerzas rebeldes. Por ejemplo, los niños que participan en la Intifada palestina, serían víctimas de la insanía mental de sus mayores, de la utilización oportunista de inescrupulosos mandos, etc. Recordamos que la propaganda nazi durante la ocupación de Rusia puso énfasis en la utilización de niños por la resistencia comunista. (El dicharacho “los comunistas utilizan niños”, se hizo extensivo antes a las mujeres) Cuando las cosas cambiaron de curso y Alemania fue invadida por el Ejército Rojo, las juventudes hitlerianas admitieron niños en sus filas. Así vemos a Hitler saludando a contingentes de niños armados con lanzacohetes antitanques.

¿Cuál ha sido el argumento de las transnacionales del pensamiento y de las aplanadoras mentales mediáticas? Que los niños no tienen capacidad para decidir. Igual dijeron antes de las mujeres "utilizadas vilmente por los comunistas sin dios y sin patria", porque eran consideradas seres infrahumanos. Recordemos que los primeros en tener políticas de inclusión de mujeres en fuerzas armadas fueron los soviéticos y por ello sufrieron la crítica mordaz del mundo “civilizado”.

ARGUMENTOS DE LOS ACUSADOS

¿Y cuáles son los argumentos de las fuerzas alzadas en armas que admiten o reclutan niños? Hay que conocer sus razones bajo las circunstancias o contexto del conflicto. En primer lugar, la consideración o concepción de que todo elemento humano que pueda disparar, es indispensable. Toda mano dispuesta a empuñar un fusil es necesaria. A ese argumento se le ha reconocido mayor validez en guerras de liberación nacional y/o defensa territorial, pero cuando se trata de guerrillas antisistémicas lo critican como una depravación. En segundo lugar, para reponer bajas: este argumento va aparejado con el anterior y ambos son inseparables para su análisis. Llegamos así a que toda diestra es útil y hay que reponer con suma rapidez efectivos muertos. Pero, tras esas circunstancias, ¿qué puede operar a favor únicamente de los niños involucrados?... ¿Alguien lo ha visto desde el punto de vista volitivo del niño-soldado?

Los niños, en un contexto de guerra, se ven obligados a madurar con extraordinaria rapidez: pierden familiares, hogar, escuela y derechos. Los que quedan desprotegidos y abandonados en zonas arrasadas son víctimas potenciales de quienes liquidaron a sus familiares o del hambre y las enfermedades. En tales apremios, los niños se ven obligados a optar por recursos de supervivencia, a tomar decisiones rápidas que frecuentemente se asocian con la venganza o sed de justicia. Otra opción en situaciones de generalización de la guerra es la defensa de un fin supremo, de la colectividad, del grupo social, la patria, etc. En ambas condiciones, fuerzas rebeldes como el FSLN en Nicaragua, el FMLN en El Salvador o la URNG guatemalteca tuvieron que plantearse políticas serias frente a una necesidad extraordinaria impuesta por la guerra.

EL PUNTO DE VISTA DE CLASE

El punto de vista de clase, la perspectiva política desde los intereses de una clase social determinada, es lo que hace la diferencia. Así como no existe una ética pura, tampoco existe una justicia única y universal. Mucho menos valores universales. La burguesía, a través del monopolio mediático, puede exhibir con simpatía hollywoodense la heroicidad de los niños que colaboraban con la resistencia antinazi del ghetto de Varsovia, 1943: se trata de niños judíos saboteando, disparando, acarreando armas e información o robando municiones a los nazis con gran riesgo de sus vidas. Pero si se tratase de niños palestinos haciendo hoy lo mismo contra el ejército israelí, la campaña mediática burguesa atacará con todo a la resistencia palestina por utilizar vilmente a los niños. Las transnacionales del pensamiento gozan de fuentes de financiamiento para campañas de protección de niños en zonas de conflicto, poniéndose mayor énfasis en la denuncia de fuerzas antisistémicas que los reclutan. Ningún dinero percibido para esos proyectos es inocente.

¿ALGUIEN QUIERE EXPRESAMENTE RECLUTAR NIÑOS?

La pregunta oportuna es: ¿alguien se propone expresamente la utilización de niños en los conflictos de baja intensidad? ¿Alguien tiene la idea previa de hacerlo o de convertirlo en política sistemática de su organización? El discurso anticomunista de la guerra fría aún está presente para denunciar la figura malévola del rojo corrompiendo la mente de los jóvenes. El revolucionario es un corruptor de menores que aprovecha su inocencia para lavarles el cerebro. Detrás de esta idea hay otras más: Primera, el menor es inocente, falto de discernimiento y de libertad para elegir. Segunda, sólo un ser sin madurez puede creer en el mensaje revolucionario.

Es evidente que una fuerza irregular alzada en armas preferiría adolescentes o jóvenes antes que a niños en sus filas. Por razones de rendimiento físico, son preferibles los combatientes mayores de 17 años hasta 35. Los niños de la guerra son producto de las circunstancias de la guerra, cuyo reclutamiento se puede dar en contextos donde cualquier posibilidad de supervivencia o "vida normal" ha desaparecido y cualquier tipo de institucionalidad protectora es elemento ausente. Las circunstancias hacen de la incorporación o reclutamiento de niños una necesidad extraordinaria, tal como sucedió en la invasión nazi a la URSS o en el contraataque soviético a Alemania, sólo que es un acto pecaminoso cuando el conflicto es de menor escala.

Así como decía el personaje de El Padrino de Mario Puzo: “si matas a un político es un asesinato, si un político ordena la muerte de un millón de personas, es un hecho histórico”, igualmente, si el reclutamiento de menores se da en una guerra de baja intensidad, si lo hace una guerrilla antisistémica, es un crimen brutal contra la infancia. Si Charles de Gaulle demandaba por radio que todo francés, hombre, mujer, niño o anciano fuese parte de la resistencia antifascista, se justificaba que los menores arriesgasen la vida, portasen dinamita, armas y municiones.

Veamos cómo lo trata el imperialismo y sus voceros: El profesor de la universidad de Georgetown Guillermo O'Brien escribió sobre la participación activa de niños palestinos en la primera Intifada: “parece que un número considerable, si no la mayoría, de las tropas de la intifada son gente joven, incluyendo alumnos elementales. Los contratan para arrojar piedras y cócteles molotov que lanzan y otras formas de violencia". En síntesis, este enemigo de la Intifada quiere decirnos que "los contratan", lo cual ya le da un sentido comercial o lucrativo al asunto; por qué no un aprovechamiento de la pobreza del niño o adolescente.

RESULTADOS Y PERSPECTIVAS

Nadie que esté en su sano juicio quisiera imponerle a la infancia, como sector desprotegido de la población, las inclemencias y sufrimientos de una guerra. La participación de los niños en la guerra es una circunstancia indeseada por cualquier ser racional. Pero la lógica de la guerra le va imponiendo sus rigores a las partes del conflicto y muchas veces asumen roles que no estaban previstos en sus programas originales. Cada guerra y cada organización que hace la guerra tienen sus características y circunstancias, de modo que toda generalización es una ofensa a la inteligencia.

Los menores de edad son las víctimas más frecuentes y más numerosas de todas las guerras, así no se incorporen a alguna de las partes beligerantes. El hambre y las enfermedades, durante la guerra, cobran más víctimas infantiles que las armas. Se presume que son sujetos pasivos de guerras que no fueron creadas por ellos, sino por los adultos. La presunción de pasividad absoluta y permanente no puede demostrarse como regla general. Esta presunción puede justificarse al principio, pero no cuando una guerra se generaliza en todos los ámbitos y espacios de un país. Mucho menos cuando se prolonga en el tiempo. Los niños, hemos dicho, tienden a una maduración precoz bajo altas presiones que ponen en peligro su existencia. Por lo tanto la presunción de ignorancia, falta de libre determinación, voluntad o discernimiento, es insostenible como norma general.

Los arquitectos del pensamiento colectivo, los monopolistas mediáticos y fundamentalistas de la verdad única globalizada, tratan de satanizar a sus opositores y enemigos estratégicos. Dentro de esa demonización encuadra la lógica de sobredimensionar “lo que hace mi contrario aunque yo también lo haga”. El sistema capitalista critica la utilización de niños por fuerzas antisistémicas, pero nunca otro sistema en la historia de la humanidad ha liquidado más niños por hambre y falta de servicios de salud que el capitalismo monopolista. Nunca otro sistema ha hecho de la prostitución y pornografía infantil un negocio transnacional. Nunca otro sistema ha ofrecido tantas drogas a bajo precio a la población infantil de menores recursos. Si se detuvieran todas las guerras antisistémicas, igualmente el sistema imperante seguiría asesinando niños a diario, cada hora y cada minuto. Sólo quienes cultivan la vana esperanza de humanizar al capitalismo pueden reproducir el ideario impuesto por aquellas transnacionales del pensamiento y hacerles el juego a los intereses de clase de quienes tienen el poder real.

Mientras haya guerras, como hemos dicho, imperará la necesidad de manos para empuñar armas y reponer las bajas. Mientras haya guerras, los niños seguirán siendo las primeras víctimas de actos violentos y muchos de ellos, de acuerdo a las circunstancias, tendrán que optar por estrategias de supervivencia. Entre éstas últimas, está la de enrolarse a una de las partes del conflicto.

domingo, 1 de abril de 2012

LUIS DE LA PUENTE UCEDA: LUCHADOR ANTIOLIGÁRQUICO




Celebremos el natalicio de uno de los mejores hijos del pueblo
LUIS DE LA PUENTE UCEDA: LUCHADOR ANTIOLIGÁRQUICO
Escribe: Dante Castro Arrasco
(ILDEPU-Lima)

Cuando conmemoramos un aniversario más del natalicio de Luis de la Puente Uceda, generalmente nos referimos a la última etapa de su vida, a la lucha armada y a su inmolación por un Perú más justo y solidario. Pero Lucho, como le llamaban y llaman hasta ahora sus contemporáneos, fue también un estudioso de la problemática del agro y de los innumerables conflictos sociales que se desprendían de la concentración en pocas manos de la propiedad de tierras. El latifundismo fue siempre una honda preocupación para él y también su consecuencia y sostén: la servidumbre. El Perú de aquel entonces era semifeudal y los gobiernos que se turnaban en la casa de Pizarro, sean dictaduras o democracias, tenían que compartir el espacio con el gamonalismo. La continuidad en el poder de la oligarquía terrateniente no sólo frenaba cualquier trasformación radical, de izquierda o socialista, sino que esclerotizaba el desarrollo del capitalismo.

Luis de la Puente Uceda no sólo reparte la tierra que heredó entre sus trabajadores, sino que empieza a volcar esa preocupación en sólidas páginas de investigación, cuando todavía era militante aprista. Todos conocemos que el partido aprista se enraizó en el norte peruano durante décadas, no sólo por ser su fundador norteño, sino porque la prédica inicial de la APRA fomentó el desarrollo de movimientos campesinos anti-latifundistas. Es así como Luis de la Puente Uceda, consecuente con los principios de la APRA, enarbola las banderas básicas del programa antioligárquico, antifeudal y antiimperialista. Leyendo su obra “La reforma del agro peruano”, publicación que goza de un excelente prólogo de Carlos Malpica, constatamos que Lucho requería de una segunda etapa de desarrollo de su pensamiento para llevar a cabo una auténtica revolución.

La claudicación de Victor Raúl Haya de la Torre en la década del 50’ hizo que jóvenes valiosos se separen de la táctica oficial sin aún salir de su partido. Luego crearían el APRA Rebelde y bajo el impacto sorprendente de la revolución cubana, radicalizaran aún más su posición. De allí nació el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con el liderazgo indiscutible de Lucho y con una doctrina diametralmente opuesta al aprismo: el marxismo-leninismo.

En un país semifeudal, como el Perú de los 60’ y gobernado por la casta terrateniente en contuvernio con la burguesía dependiente del imperialismo, la fórmula democrática valía muy poco y el camino de las urnas estaba vedado para millones de hombres y mujeres del campo. Una ínfima minoría de peruanos podía ejercer el derecho a votar, por lo tanto, las elecciones no tenían el valor que sí tienen en países desarrollados. La estrategia del MIR, entonces, no fue errónea ni precipitada. Mucho menos aventurera o “foquista”. La lucha era por el poder, no por cuotas de poder.

Luis de la Puente Uceda no se convierte en revolucionario por seguir la corriente del pensamiento más avanzado del siglo XX ni mucho menos por inspiración de “ideas foráneas”, como siempre dicen los corifeos de la burguesía. En aquel tiempo, como ahora, se pretendía juzgar a los guerrilleros como agentes de potencias extranjeras. En aquel tiempo, sus ex-compañeros del partido aprista pidieron la pena máxima para los guerrilleros. En aquel tiempo, Armando Villanueva del Campo fue el primero en firmar el proyecto de ley que pedía la pena máxima para Lucho y sus camaradas. Que no nos sorprenda, entonces, la actitud del actual gobierno (aprista) contra los luchadores sociales. Si Lucho estuviera vivo, caminaría a la cabeza de nuestro pueblo. Y si Lucho hoy estuviera en primera fila conduciendo a nuestra militancia, el partido aprista seguiría pidiendo para él las penas más severas. Un talentoso revolucionario, consecuente y honesto, sería tratado como el peor de los criminales. Honor y gloria a su memoria. Saludemos su aniversario y natalicio con el puño en alto.

Patria o muerte... ¡Venceremos!...

miércoles, 28 de marzo de 2012

TERRORISMO EMPRESARIAL CONTRA LOS TRABAJADORES

Militantes de Integración Obrera denuncian que hoy por la tarde cuatro trabajadores de Textil Camones han sido arbitrariamente detenidos por la Policía Nacional cuando se encontraban repartiendo volantes y mostrando desplegada su banderola del sindicato a una cuadra de la empresa. La detención inmotivada y sin mandato judicial contra los obreros Arturo Marsano Mogollón, Elvis Morales, Daniel Ancajima y Martín Ancajima, es una táctica de la empresa para amedrentar a la Junta Directiva del Sindicato de Textil Camones.



Los empresarios textiles, desesperados ante el renacimiento de organizaciones sindicales, corrompen a los policías para que actúen al margen de la legalidad como matones de las empresas. Se está haciendo común este tipo de amedrentamientos.



Cuando militantes de Integración Obrera (IO) reconstituyen un sindicato, constatan que los empresarios botan a toda la Junta Directiva y hay que luchar por su reposición. Luego, los obreros son repuestos y reubicados en empresas satélites de la principal o en nuevas plantas para manetenerlos aislados del resto de la masa laboral. La patronal contrata empresas de seguridad para hacer seguimiento, filmar, grabar, amenazar y espiar a sus trabajadores, a sus asesores laborales, familiares y amigos.



Denunciamos este tipo de terrorismo antilaboral que se viene perpetrando no sólo en el sector textil, sino en todas las ramas de la producción. La clase obrera ha sido reducida a la invisibilidad por una sostenida campaña mediática y política que pretende silenciar sus luchas.

lunes, 19 de marzo de 2012

¿A QUIÉN VA A PONER EN SU SITIO OLLANTA HUMALA?


Suponemos que algún asesor de imagen le recomendó al presidente Ollanta Humala mantener silencio y así ganar popularidad. Esa callada manera de gobernar es una táctica que no podía proceder de un bocón habitual, sino de expertos que saben trabajar con incompetentes.

Desde la campaña electoral del 2006 hubo gente de izquierda que nos miró mal, otros nos quitaron el saludo y algunos cayeron en actitudes destempladas. Cometimos el pecado de discrepar del “candidato de unidad”. Ollanta llegó a la presidencia, finalmente, pero traicionó de entrada todas sus promesas. El revisionismo y el reformismo se quedaron con los crespos hechos. A estas alturas, no les exigimos disculpas, sino que hagan una honesta autocrítica.

Ya hay algunos dispuestos a rectificar el rumbo, pero jamás a autocriticarse. La autocrítica no combina con la egolatría de una izquierda supuestamente “intelectual” que no parió una sola idea en los 80’ e implosionó en los 90’. Otros quedaron atrapados en su propia mitomanía, como los viejos saurios del revisionismo jruschovista, que soñaron con un nuevo Velasco y aún no quieren aceptar que sólo es un émulo de Lucio Gutiérrez (Ecuador).

La mitomanía los lleva a plantear que Ollanta Humala estaría siendo cercado por los dueños del poder económico y los sectores conservadores, cuando no secuestrado por el apro-fujimorismo. En síntesis, según ellos, hay que impedir que la derecha cope al presidente. Cabe preguntarse: ¿son ingenuos, padecen de demencia senil o consumen sustancias sicodélicas?

NO HAY PRIMERA SIN OLLANTA

Hoy lunes 19 de marzo, el diario favorito del nacionalismo burgués, La Primera, ha dado un nuevo giro: del entusiasmo y la justificación incondicional, han pasado a ser críticos del presidente. Qué milagro, alguien dijo al leer el editorial de César Lévano: recién se da cuenta que hubo tres muertos en Madre de Dios, asesinados por la policía. Pero sus críticas van acompañadas de un suplemento pro-minería, obviamente pagado por capitales mineros. Pensábamos que la escopeta de dos cañones era patrimonio del APRA, aunque don César Lévano, de tanto escribir bien sobre Haya en la revista Caretas, parece que la heredó. Tiene así el lector este suplemento pagado por Conga-Yanacocha con 16 páginas que justifican el proyecto que el pueblo cajamarquino ha rechazado.

Ayer domingo 18 de marzo, día de masiva lectura mural de titulares en los quioscos, la carátula del diario La Primera decía: Ante campaña derechista / Los pone en su sitio/ Ollanta desestima exigencia de Toledo y otras presiones para que declare sobre situación de su hermano Antauro./ “Al presidente de la República no le corresponde hablar sobre temas familiares, sino más bien de temas de Estado”, señala.

Decíamos que el presidente Ollanta es un incompetente y esto no hace más que confirmarlo. Sólo a un incompetente se le puede ocurrir que el traslado de su hermano a un penal especial, sin razones válidas, es un “tema familiar”. El principio constitucional de “igualdad de los ciudadanos ante la ley”, se quebranta con actitudes de favoritismo por consanguinidad. La imagen presidencial queda por los suelos. ¿Cómo puede “poner en su sitio” a nadie con tremendo rebuzno? Mañana será una prima, sobrina o tía que ocupe un cargo público sin merecerlo y el presidente no se sentirá obligado a responder por ello.

Anteayer, viernes 16 de marzo, La Primera tenía una atractiva carátula: “Lo que otros callan / La verdad sobre Antauro”. Quien compró este ejemplar con la esperanza de esclarecer ideas acerca del caso Antauro, sufrió una desilusión. El artículo de la página 3 justifica al mandatario, pero nada explica. Sería una campaña “sobredimensionada” que tendría como único objeto “dañar la imagen presidencial”. Pobrecito el presidente: copado por la derecha, aislado de sus partidarios, acusado de favorecer a su hermano preso y con el saldo de muertos que arroja la represión... ¡Ni la teatral captura de Artemio le levanta el ánimo!...

EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Al único que puede “poner en su sitio” Ollanta Humala es a su hermano, si es que piensa que su sitio está en una cárcel especial. Si el asunto de Antauro Humala tendría explicación coherente, legitimidad o lógica elemental, nadie cuestionaría su traslado a una cárcel especial en la Escuela Militar de Chorrillos. Pero estamos en un país donde el ex dictador Fujimori tiene un régimen especial a sus anchas, los narcotraficantes compran su libertad o su prisión dorada, los militares genocidas salen absueltos, mientras a los presos políticos se les recortan beneficios penitenciarios y se les niega el indulto humanitario a reclusos con enfermedades terminales. Ellos no tienen un hermanito presidente.

Algo más hay que decir y es de interés para quienes quieren acabar con la impunidad en el Perú: La novísima cárcel adonde trasladaron a Antauro Humala, también servirá para recluir a los militares acusados de violar derechos humanos durante la guerra interna. Quiere decir esto que Ollanta cumplirá con su promesa de acomodar y luego absolver a sus compañeros de armas. Esos militares que mataron campesinos inocentes, en su mayoría ancianos, mujeres y niños, en Putis, Cayara, Accomarca, Umaru, Bellavista, etc. ¡Ya tienen nueva residencia con todas las comodidades que ningún otro penal para civiles les puede otorgar!

jueves, 15 de marzo de 2012

EL RÉGIMEN FASCISTA DE OLLANTA HUMALA


A estas alturas de la historia, nadie puede jugarse el pellejo por el gobierno de Ollanta Humala. Decimos: nadie inteligente en el campo de la izquierda. El actual presidente de la república empezó mal su gobierno militarizando el conflicto socio-ambiental de Cajamarca. Cuando el pueblo dijo: CONGA NO VA, Ollanta respondió con nutrido envío de tropas; ahora lo hace con detenciones arbitrarias de dirigentes populares, como Wilfredo Saavedra y otros líderes cajamarquinos, y la matanza indiscriminada de manifestantes en Puerto Maldonado.

Muchos dicen que la definición del gobernante Ollanta viró hacia la derecha, hacia la patronal, hacia las empresas transnacionales mineras y los terratenientes nacionales de nuevo cuño: Wong, Gloria, Oviedo, etc. Aceptar esto significa que el hoy gobernante Ollanta Humala “fue de izquierda”, lo cual sería igual a una alucinación por intoxicación con sicotrópicos. Los alucinados abundaron en la etapa electoral del 2006 y repitieron la dosis el 2010. Creían que el triunfo electoral de Ollanta Humala vendría a agregar un eslabón más en la cadena de gobiernos patrióticos, con Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales. Sospechamos que reformistas, revisionistas y utopistas ya despertaron del sueño de opio.

Los cuadros del reformismo de izquierda fueron purgados del gabinete ministerial en los primeros meses de gobierno. Ollanta se sacó un as debajo de la manga e impuso a otro militar, como él, en el cargo de premier. La derecha y el fuji-aprismo, que antes temían al supuesto candidato “chavista”, aprendieron a aplaudirlo. La campaña mediática anti-Ollanta cambió de direccionalidad y se convirtió en pro-Ollanta. El Gran Cambio prometido por el nacionalismo burgués ha sorprendido a todos, pues su presidente no es más que un empleado de la empresa minera Yanacocha y sigue siendo el militar antisubversivo de Madre Mía.

POLÍTICA CARCELARIA DEL NACIONALISMO BURGUÉS

Ollanta Humala Tasso gobierna contra el pueblo, pero en política penitenciaria se evidencia cuál es el carácter fascista de su régimen. En primer lugar, todo nacionalismo burgués preñado de idearios étnicos es idéntico al fascismo. En segundo lugar, toda propuesta de alianza entre explotadores y explotados, en nombre de supuestos intereses étnico-nacionales, también lo es. En tercer lugar, ambos discursos en boca de militares que han luchado en la guerra antisubversiva, sólo hace más evidente la verdadera filiación de los hermanos Humala, anverso y reverso de la misma medalla.

La política carcelaria en el Perú, no ha cambiado con Ollanta. Es la continuación del régimen infra humano impuesto por la dictadura de Fujimori y Montesinos en los 90’ y que heredaron sin chistar los siguientes gobiernos “democráticos”. Hay un régimen especial sin visitas y sin beneficios penitenciarios en la cárcel ilegal de la Base Naval del Callao. Allí están entre otros Abimael Guzmán Reinoso, Víctor Polay Campos, Vladimiro Montesinos, etc. Ollanta lo asumió como vana herencia del pasado sin enmendar el vacío jurídico anticonstitucional de ése régimen carcelario.

También asumió como herencia la cárcel dorada para el ex dictador Alberto Fujimori. Estuvo tentado a indultarlo y así ganar el beneplácito de los fujimoristas en el parlamento. Lo ha logrado: Kenyi Fujimori hoy alaba la gestión del presidente Humala. Pero no heredó un régimen especial para su propio hermano Antauro Humala: lo creó intencionalmente a vista y paciencia de la opinión pública. Así tenemos cárceles doradas para el ex dictador y para el hermano del actual mandatario. La igualdad de los ciudadanos ante la ley es un mal chiste contenido en toda Constitución.

PRISIÓN Y MUERTE PARA UNOS, ABSOLUCIÓN PARA OTROS

Veamos un caso emblemático: Jaime Ramírez Pedraza, preso en la cárcel de Castro Castro, padece una rara enfermedad que conforme pasan los días, semanas y meses le va paralizando músculos, tendones y articulaciones. En este momento tiene grandes dificultades para deglutir alimentos y pasar saliva o agua por su garganta. Esta enfermedad es incurable, pero el tratamiento adecuado puede hacerla más soportable. Pues bien, al gobernante Ollanta Humala no le ha dado la gana de otorgar el indulto humanitario para Ramírez Pedraza. Últimamente ya han muerto tres presos que merecían el indulto humanitario, dos políticos y uno común.

Entre las inmundicias que ha heredado el gobierno de Ollanta Humala están inhumanos decretos dictados por Alan García, que criminalizan la protesta social y autorizan a policías y militares a matar manifestantes con total impunidad. Como bien sabe el lector, Ollanta no ha derogado estos decretos de matonaje estatal. Otra inmundicia reciclada por Ollanta Humala es aquella legislación alanista que quita beneficios penitenciarios a reos en cárcel acusados o sentenciados por “terrorismo”.

Paralelamente Ollanta Humala está cumpliendo con el juramento hecho a sus compañeros de armas y de delitos de lesa humanidad: “cese ya la persecución a los militares que lucharon contra la subversión”, eso dijo en su campaña de 2006, al tiempo en que hacía un pacto solidario con Alan García para no polemizar en campaña sobre el tema de los derechos humanos (ambos son violadores). Fíjese el lector qué casos de violación de derechos humanos se están cerrando por falta de pruebas (Parcco-Pomatambo por ejemplo) y cuántos militares son y serán absueltos bajo el mandato del “Capitán Carlos”.