Como la gripe española de 1918 partió de los cuarteles militares de EEUU hacia Europa, igual ahora el coronavirus partió de las instalaciones militares de EEUU a Wuhan, donde ocurrieron los Juegos Mundiales Militares octubre-noviembre de 2019..En los nueve días , un número récord de 9.308 soldados, incluyendo a 67 campeones mundiales y olímpicos, compitieron en 27 deportes por 329 medallas, bajo el lema de los juegos de este año "Compartir la amistad, construir la paz".Fueron 369 atletas yanquis de los cuales solo participaron 172. Casualmente en Wuhan se inició la pandemia del coronavirus trayendo abajo al principal competidor comercial de EEUU: Oh casualidad. OJO: otro detalle es que el virus de la gripe española de 1918 surgió "espontáneamente" y "de forma natural" en los cuarteles militares de EEUU y de allí llegó con las tropas yanquis a Europa....Oh sí---oh sí...oh sí... La "comunidad científica" existe en algún rescoldo del imaginario popular, tan neutral e impoluta, tan apolítica como inmaculada, pero se olvidan que los científicos opinan al son del diapasón de quien los financia. Dime quién financia tus investigaciones y te diré qué opinas. Igual pasa y con mayor claridad en las ciencias sociales, sino de otra forma jamás habría surgido "la izquierda que la derecha necesita" cuyas máximas "rebeldías" (¡JÁ!) son financiadas por el imperialismo. En síntesis: cualquier virus es manipulable en laboratorios. La teoría del surgimiento "natural" y la "evolución espontánea" solo absuelve a quienes llevaron este virus a Wuhan, con toda intención de perjudicar al gigante asiático que le hacía competencia. Ah claro, la palabra caviarona de "conspiranoico" también le cabe a cualquiera que sostenga que el asesinato de JFK no fue obra de un loco sino de una conspiración de intereses capitalistas, ¿sabes por qué? Pues porque nadie lo ha demostrado.
martes, 24 de marzo de 2020
viernes, 20 de marzo de 2020
BIOTERRORISMO Y CORONAVIRUS
Hoy nos preguntamos por el coronavirus y hemos olvidado
algunos capítulos de la historia contemporánea vinculados a las armas
bioquímicas. La guerra bacteriológica y viral nos hace recordar al Antrax y el
montaje hollywoodense previo a la invasión de Iraq, incluida la tragicomedia de
las Torres Gemelas. Acusaron al gobierno de Saddam Hussein de fabricar armas
biológicas e incluso los funcionarios de la ONU se dieron cita en Iraq para "investigar" si había plantas industriales de armamentos bioquímicos. Una farsa
tan bien montada como las predicciones de Nostradamus en Discovery Channel. Recuerdo
haber publicado en Caretas un breve artículo acerca de la fabricación de Antrax
en EEUU por la Alianza Aria “para provocar una guerra con Medio Oriente”, según
revelaron dos bioterroristas detenidos. Pero la memoria es frágil y el público
ingenuo es manipulado por las grandes cadenas de noticias.
LA “GRIPE ESPAÑOLA” QUE NACIÓ EN UN CUARTEL DE BOSTON
Nadie se ha acordado, hasta ahora, en este medio, de
aquella Gripe Española que causó más de 50 millones de muertos a comienzos del
S. XX. ¿Por qué se le llamó Gripe Española? Solo porque España fue un
país neutral en la I Guerra Mundial que publicó sin censuras el problema, hizo que la
epidemia se conociese como la Gripe Española. Este país fue de los más
afectados con 8 millones de personas infectadas y 300.000 fallecidas.
La mitomanía se dio la mano con el cinismo para explicar el
virus. Se dice que el 13 de mayo de 1917, la Virgen María apareció ante tres pastorcitos cerca al pueblo de Fátima, en Portugal. Las famosas “revelaciones”
de la Virgen de Fátima a los 3 niños ha dado mucho a la especulación e incluso hubo
quienes quisieron encontrar el origen de la “gripe española” en este suceso
increíble. Para la mentira lo mismo daba Portugal que España y hasta se llega hoy
a decir que no fue la Virgen sino “un personaje extraterrestre” quien esparció
el virus. Pero al margen de la ficción religiosa, busquemos racionalmente la
causa.
La Primera Guerra Mundial fue el escenario donde se
practicaron por primera vez, en la era contemporánea, armas químicas contaminantes. Desde sus
inicios en 1914 hubo gases y gases, casi todos ineficaces. El más efectivo de
la Primera Guerra Mundial fue el gas mostaza,
introducido por los alemanes en julio de 1917.
Estados Unidos entró en esta guerra en abril de 1917,
pretextando su ingreso en el hundimiento del barco Lusitania por un submarino
alemán, naufragio donde murieron más de un centenar y medio de ciudadanos norteamericanos.
Qué casualidad. Se detectaron los primeros casos de la Gripe
Española en la base militar de Fort Riley (EEUU) el 4 de marzo de 1918. Era la
primera ola de influenza en campamentos militares norteamericanos. En
septiembre de 1918, la segunda ola de influenza pandémica surgió en Camp
Devens, un campo de entrenamiento del Ejército de los EEUU en las afueras de Boston y en una instalación
naval en esa ciudad. Esta ola devastadora llegó a su punto máximo en los EEUU
entre septiembre y noviembre. Más de 100 000 personas murieron en los EEUU
solamente en octubre. La tercera ola fue menos mortal en EEUU, porque cambió de escenario.
La influenza norteamericana se trasladó al viejo continente
donde cobró mayor cantidad de víctimas por millones. El hacinamiento, la
promiscuidad y falta de higiene en las trincheras más el traslado masivo de
tropas, ayudó mucho a su expansión.
Culmina la Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918, día
del Armisticio: nueve millones de soldados y cinco millones de civiles habían
muerto, abatidos no solamente en batallas sino por las epidemias y la hambruna.
Pero la epidemia que siguió cobrando víctimas masivamente era la “gripe
española” que nació en un cuartel de Boston. No desaparece hasta 1920. Y nadie nos
explica cómo desapareció.
CORONAVIRUS: ARMA YANQUI CONTRA EL GIGANTE ASIÁTICO
Para nadie es un secreto que el gobierno de Trump es el
principal beneficiado de esta estratagema. China es un competidor eficaz y
peligroso para la alicaída economía norteamericana. La única forma en que pudiera
frenar a su próspero competidor era mediante la guerra, pero una Tercera Guerra
Mundial entre poderosas potencias tendría un alto costo. Los monopolios y
oligopolios capitalistas que operan a la sombra de Trump también están
interesados en la reducción demográfica, por una extraña nostalgia malthusiana,
pero pasándole la podadora de cabezas sobre la mancha amarilla: los chinos. Y
pensaron en el bioterrorismo como modo más eficaz de evitarse una guerra y la
condena mundial.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de
China, Zhao Lijian, publicó en Twitter un video de Robert Redfield, director de
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.,
dirigiéndose a un comité del Congreso de EEUU el 11 de marzo. En el video,
Redfield dijo que algunas muertes por influenza en EEUU se identificaron más
tarde como casos de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus. Qué
casualidad: cientos de atletas del ejército de EE.UU. estuvieron en Wuhan para
los Juegos Mundiales Militares en octubre de 2019. Los primeros casos
reportados del virus fueron en Wuhan, y desde entonces la ciudad ha tenido más
infecciones y muertes que en cualquier parte del mundo.
Hoy como ayer han puesto a toda la humanidad en peligro.
Para ellos es un costo social previsible, manejable, hasta que las mafias de
medicamentos puedan cosechar millones de dólares con la fórmula salvadora. Como
en sus guerras de invasión y saqueo, los pobres ponen los cadáveres. Y aquí
estamos: aterrorizados, metidos en nuestras casas, viendo cómo un sistema que
se consideraba científicamente y tecnológicamente infalible, digno del siglo
XXI, somete a las naciones a un terror
medieval. Ellos son los terroristas, no lo duden.
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