La guadaña
no se detiene y me sigue dejando con menos amigos. Esta vez se nos fue el
intelectual revolucionario cubano Fernando Martínez Heredia. Él ha sido uno de
los cubanos más lúcidos que conocí dentro de las filas de la revolución. Y no
digo cuando la revolución estaba de moda y bien sustentada, sino cuando Cuba
atravesaba su etapa más crítica. Nos habían presentado antes, en 1985, cuando el
socialismo resplandecía en La Habana, pero yo era solo un estudiante peruano de
paso. Luego, nos conocimos mejor en 1990. Congeniamos en 1992, cuando su
compañera, la investigadora literaria Esther Pérez, de Casa de las Américas,
nos invitó a su modesta vivienda. Fernando Martínez Heredia ganó el Premio Casa
de las Américas en 1989 con su libro “Ché, el socialismo y el comunismo”. Uno
de sus tantos premios, pero que lo apreciaba bien y me felicitaba personalmente
por también haberlo obtenido en 1992. Nos volvimos a encontrar con Fernando y
Esther en el 2005 y después de tomarnos unos vinos que llevé a su nueva y
modestísima vivienda, me despidió con un fuerte abrazo y una condecoración
verbal que se me quedó en la memoria: “Cúidate, hermano, que de los buenos
quedan pocos”. No podía dejar de halagarme viniendo de un rebelde dentro de la
rebeldía, de un ultraizquierdista cubano el cual hoy estaba sentado frente a su
computadora, lo único de valor en su vivienda, pero mañana podía estar viajando
al lado de Fidel Castro como asesor o consejero. Fernando era guevarista tanto
como fidelista, pero más apegado a las cavilaciones del Che frente al coloso
soviético que durante décadas parecía incontestable.
Fernando y Esther: dos talentos al servicio de Cuba. |
Mis hijos
vieron el aprecio que le tenía el pueblo de a pie, los transeúntes que no
dudaban en darle un abrazo espontáneo. Constataron en su casa que un intelectual
revolucionario de su nivel, no poseía las comodidades que los enemigos del
régimen denunciaban entre irreverentes mentiras. Y puedo confesar que cada vez
que Esther me invitó a cenar o almorzar, compartieron conmigo lo que mañana les
faltaría. Pocas cosas que se obtenían por la libreta, en pleno periodo
especial.
Martínez
Heredia era pedagogo y abogado, Director del Instituto Cubano de Investigación
Cultural Juan Marinello y sus escritos ayudarán a comprender la Revolución
Cubana desde su concepción latinoamericanista y caribeña en comprometida solidaridad
con la lucha de los pueblos. Fue colaborador científico del Programa de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Cuba; miembro de la Cátedra
“Ernesto Che Guevara” y del Seminario Problemas del Mundo Actual del Instituto
de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello fue
presidente de la cátedra de estudios “Antonio Gramsci”.
Fernando nació
el 21 de enero de 1939 en Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus. Este lunes se
lo llevó un infarto fulminante. Hoy tenemos un sitial más que será difícil de
llenar, porque intelectuales como él son el producto de un largo proceso
formativo plagado de crisis y auges que no se volverán a repetir. Vendrán otros
nuevos, ciertamente.
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