martes, 13 de junio de 2017

Fernando Martínez Heredia, se nos fue un "imprescindible" según Bertold Bretch


La guadaña no se detiene y me sigue dejando con menos amigos. Esta vez se nos fue el intelectual revolucionario cubano Fernando Martínez Heredia. Él ha sido uno de los cubanos más lúcidos que conocí dentro de las filas de la revolución. Y no digo cuando la revolución estaba de moda y bien sustentada, sino cuando Cuba atravesaba su etapa más crítica. Nos habían presentado antes, en 1985, cuando el socialismo resplandecía en La Habana, pero yo era solo un estudiante peruano de paso. Luego, nos conocimos mejor en 1990. Congeniamos en 1992, cuando su compañera, la investigadora literaria Esther Pérez, de Casa de las Américas, nos invitó a su modesta vivienda. Fernando Martínez Heredia ganó el Premio Casa de las Américas en 1989 con su libro “Ché, el socialismo y el comunismo”. Uno de sus tantos premios, pero que lo apreciaba bien y me felicitaba personalmente por también haberlo obtenido en 1992. Nos volvimos a encontrar con Fernando y Esther en el 2005 y después de tomarnos unos vinos que llevé a su nueva y modestísima vivienda, me despidió con un fuerte abrazo y una condecoración verbal que se me quedó en la memoria: “Cúidate, hermano, que de los buenos quedan pocos”. No podía dejar de halagarme viniendo de un rebelde dentro de la rebeldía, de un ultraizquierdista cubano el cual hoy estaba sentado frente a su computadora, lo único de valor en su vivienda, pero mañana podía estar viajando al lado de Fidel Castro como asesor o consejero. Fernando era guevarista tanto como fidelista, pero más apegado a las cavilaciones del Che frente al coloso soviético que durante décadas parecía incontestable.


Fernando y Esther: dos talentos al servicio de Cuba.
Mis hijos vieron el aprecio que le tenía el pueblo de a pie, los transeúntes que no dudaban en darle un abrazo espontáneo. Constataron en su casa que un intelectual revolucionario de su nivel, no poseía las comodidades que los enemigos del régimen denunciaban entre irreverentes mentiras. Y puedo confesar que cada vez que Esther me invitó a cenar o almorzar, compartieron conmigo lo que mañana les faltaría. Pocas cosas que se obtenían por la libreta, en pleno periodo especial.


Martínez Heredia era pedagogo y abogado, Director del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y sus escritos ayudarán a comprender la Revolución Cubana desde su concepción latinoamericanista y caribeña en comprometida solidaridad con la lucha de los pueblos. Fue colaborador científico del Programa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Cuba; miembro de la Cátedra “Ernesto Che Guevara” y del Seminario Problemas del Mundo Actual del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello fue presidente de la cátedra de estudios “Antonio Gramsci”.



Fernando nació el 21 de enero de 1939 en Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus. Este lunes se lo llevó un infarto fulminante. Hoy tenemos un sitial más que será difícil de llenar, porque intelectuales como él son el producto de un largo proceso formativo plagado de crisis y auges que no se volverán a repetir. Vendrán otros nuevos, ciertamente. 


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