
¿Puede demostrarse que la masificación del consumo de drogas
fue un fenómeno espontáneo de los marginados? Me temo que no. El opio fue
instrumento de esclavitud en épocas pasadas. En épocas más recientes, los
dueños del poder masificaron el consumo de drogas entre los marginados para
neutralizar el crecimiento de la protesta popular en plena guerra fría. Y hasta
hoy sigue siendo un arma de control social.
El imperialismo actúa siempre con la escopeta de dos
cañones. La persecución de actividades ilícitas va de la mano con el nada
asolapado consentimiento de su existencia. Así, la comercialización de drogas corre
la misma suerte que la pornografía infantil. Existen, se consumen y están
prohibidas. La paradoja prohibitiva concede oportunidades de acumulación
originaria de capital bajo la ilegalidad, para que luego circulen esos capitales
en negocios lícitos. Esa es la doble moral.
La legalización no se le ocurrió a la izquierda y es una
idea que ya se proponía en la segunda
mitad de los 80’. Uno de sus principales mentores fue el famoso economista
monetarista Milton Friedman, autor de “Libertad de elegir”. Según Friedman, la
prohibición de la marihuana es inmoral, ya que causa violencia e impide que la
gente use su cuerpo libremente.
DE GURÚ DE PINOCHET A INSPIRADOR DE LA IZQUIERDA
TRONCHISTA
Friedman ganó el Nobel gracias a su protagonismo en el “milagro
chileno” durante la dictadura de Pinochet. En 1991 declaró en una entrevista en
el Foro Americano sobre Drogas: "Pienso que América tendría la mitad de
prisiones, la mitad de reclusos, diez mil homicidios menos al año, barrios
urbanos en los que habría una oportunidad para gente pobre que viviría sin
temer por sus vidas, ciudadanos que podrían ser respetables que son ahora
adictos no convirtiéndose en criminales para obtener su droga, pudiendo
obtenerlas con garantías de calidad".
Pero cuando se le preguntó por los efectos negativos, Friedman
respondió: “El principal efecto adverso que podría tener la legalización sería
que muy posiblemente habría más gente tomando drogas. Aunque esto no está claro
en modo alguno. Pues, si se legalizan, se destruiría el mercado negro y el
precio bajaría drásticamente. Y, como economista, sé que precios más bajos
tienden a generar mayor demanda”. Ojo con esto, caviarones del tronchito.
LEGALIZACIÓN DE LA MARIHUANA
Friedman, en la misma entrevista dijo: "La marihuana es
una sustancia pesada y voluminosa y, por tanto, relativamente fácil de
interceptar. Los agentes antidroga han tenido más éxito apresando marihuana
que, por ejemplo, cocaína. Así, los precios de la marihuana han subido, es más
difícil obtenerla. Ha habido un incentivo para cultivar marihuana más potente y
la gente se ha dirigido de la marihuana a la heroína, la cocaína o el
crack". Interpretamos que la represión de la marihuana, hizo que los
consumidores se dirigieran a drogas más duras. Pero obvia un detalle: el marihuanero
casi siempre se dirige a experimentar con otras opciones y culmina en drogas
más potentes.
La legalización de la marihuana es defendida por quienes
prefieren en el mercado una droga blanda, con menos efectos perniciosos sobre
la salud y la conciencia. Pero esto no deja de ser una ingenuidad. Son
necesarios casi 30 días para que el cuerpo elimine el efecto de un solo cigarrillo
de marihuana. El Dr. G. Chester de la Universidad de Oxford en 1985, afirmó que
la cannabis es 4000 veces más poderosa que el alcohol, lo que fue avalado por
el Medical Center de Francia.
LAS IZQUIERDAS Y LA MARIHUANA
El presidente Mujica ha institucionalizado el matrimonio gay
y legalizado la marihuana en Uruguay, lo cual ha hecho que los medios afines al
imperialismo, lo nombren “país del año”. No lo nombran tal por haber restituido los
derechos laborales o transformar el modo de producción. Pero, ¿cuál es la
posición de las izquierdas sobre la marihuana? Hay una izquierda light que
coincide alegremente con las tesis librecambistas o liberales-capitalistas,
dentro de las cuales encaja la libertad individual suma: con mi cuerpo, hago lo
que quiero. Hay otra izquierda que tiene un proyecto de nueva sociedad y por lo
tanto un proyecto de nuevo sujeto en la historia. Cabe recordar añejas
discusiones sobre el hombre nuevo y el socialismo, del Che.
Si pensamos en el proyecto del hombre y la mujer nuevos,
deberíamos aproximarnos a una descripción de los mismos. ¿Qué características
tendrían? ¿La libertad individual suma o la subordinación del individuo al
proyecto colectivo?
El consumidor de marihuana tiene problemas para el
aprendizaje, ya que la yerba inhibe la capacidad de concentración y memoria de
corto plazo, ocasionando una merma en el rendimiento. También ocasiona falta de
motivación, fatiga, apatía y pérdida de interés en cuanto a responsabilidades y
acciones que construyan habilidades en el sujeto. El uso frecuente provoca
desajustes psicológicos y ocasiona daños en las funciones reproductivas.
Para la izquierda revolucionaria, el consumo de drogas es
pernicioso y no contribuye a la formación del hombre y mujer nuevos. No se admite entre su militancia.
Si se trata
de justificar su legalización con la desaparición de las mafias, aclaremos: la
legalización propuesta es una forma de control y en sociedades que no gozan de
pleno empleo, los sectores marginales seguirán micro comercializando drogas
como estrategia de supervivencia. Nuestras ciudades no se parecen a Ámsterdam.
Si se exige inscribirse para lograr un permiso de compra, más fácil la
obtienes en las esquinas, porque siempre habrá un desocupado vendiéndola.
La propuesta de la izquierda revolucionaria persiste en la
formación de un nuevo sujeto que no necesite de las drogas para ser feliz y que
requiere de todas sus neuronas para trasformar el mundo. Legalizar significa
algo más que regular su comercio: significa darle propaganda gratuita a la
masificación del consumo. La “libertad de elegir” no es bandera del socialismo.