domingo, 17 de abril de 2022

ES EL AMAUTA
Qué podían enseñarle las ágoras
cuando el mundo era su aula
quién pudo ilustrar al cronista
si resumía las letras de la vida
en escaso tiempo inasible
incorporado al rincón púrpura
donde organizaba el equipaje
de la clase numerosa
dispuesta a conquistar el porvenir
Es el Amauta, dicen los pobres,
«igual que nosotros en el martirio»
dicen los labradores y mineros,
«su silla es la cruz del redentor»
rezan los siervos tras su sombra
Es el Amauta hecho sangre,
nervios, huesos y tejidos cortados
bulle la materia gris en movimiento
trascendiendo espacio y tiempo
dialéctica que rotura los escollos
polémico estibador
del método incendiario.
Es el Amauta en verbo de granito
Se detienen las usinas
y las manos agrietadas
aquietan la herramienta
acuden prestos creadores
del valor enajenado
tras el menudo mortal
que habla en su romance
Es la palabra del Amauta
Hay un lucero en el firmamento
que ha de corrugar los eriazos
que ha de preñar los remansos
que ha de fecundar los surcos
y las sementeras de los caminos
Es el lucero ardiente del Amauta
Hay una voz que clama
las urgencias de una historia
del mañana que está escrito
en las trémulas cenizas
de los fogones y las fraguas
Es la voz de nuestro Amauta
Es José Carlos burlando
una vez más
con ingenua sonrisa
los frágiles incisivos
de sus sepultureros. (DC)



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