viernes, 10 de octubre de 2014

ENTREVISTA A GONZALO FERNÁNDEZ GASCO



En esa ocasión tenía 81 años, se dedicaba a la natación con un entusiasmo juvenil y estudiaba pintura en un taller donde le ayudaron a  descubrir que tenía talento para las artes plásticas. Mantenerse saludable y fuerte era uno de los mandamientos que dirigen su vida. “Asegúrate primero de ser un buen animal, el resto viene solo” -me dijo ensanchando el pecho y tensando los brazos. Conservaba el mismo timbre de voz con el que nos aconsejaba en la penumbra de una celda, cómo debíamos enfrentar los interrogatorios. Le hago recordar aquella etapa durante la segunda fase de la dictadura militar, cuando los maestros y estudiantes éramos carne de presidio.  Y estábamos en la misma casita modesta de Jesús María, adonde lo visité después de que se iniciara la campaña electoral previa al 2do. triunfo de Belaunde. Gonzalo Fernández Gasco, el veterano guerrillero que en 1965 se alzó en armas a las órdenes de Luis de la Puente Uceda. Una parte viviente de la historia que los gobiernos dictatoriales prefirieron mantener constantemente en la sombra.¿Su más agitada inquietud? Encontrar el cadáver de Luis de la Puente Uceda a como de lugar, para darle la sepultura que se merece.



¿Cuál es la intención de rescatar el cadáver de Luis de la Puente Uceda?

Bueno, ya las cosas están calmadas, esa gesta revolucionaria ya es parte de la historia, ya no existe nuestro partido, pero me siento muy comprometido en hacer esta gestión porque soy el único jefe guerrillero sobreviviente y aparte de eso por el privilegio que me dio LPU de ser su amigo íntimo. Entonces quisiéramos rescatar ese cadáver para poder entregarlo a la familia, que estas osamentas sean entregadas a su esposa e hijos. Estamos haciendo la gestión en forma legal, en Nueva York he presentado una solicitud  ante la embajada peruana, y bueno, ya que estoy aquí en un viaje familiar de unos breves días aprovecharé en hacer nuevas gestiones para que se agilice esta solicitud.


Un gobierno revolucionario como el de Velasco que amnistió a los guerrilleros, ¿no hizo nada tampoco por entregar los cadáveres a sus familiares?

No se podía esperar un gesto así de los militares, porque muchos de ellos habían participado en la represión de nuestro movimiento. El mismo ex presidente Belaunde Terry a cuyo gobierno nos enfrentamos en 1965, lo ha dicho y conservo tres declaraciones periodísticas de que sí éramos guerrilleros y manifestaba un gesto de aprecio, no éramos terroristas. Nosotros tuvimos una doctrina, tuvimos nuestro periódico, los enfrentamientos eran conocidos. Si bien es cierto que tuvimos que pasar a la vida ilegal, como tiene que ser en una revolución, el pueblo sabía lo que buscábamos. Inclusive tenían nuestro periódico.


¿Y los militares que participaron en el combate al frente guerrillero del Cuzco no estarían dispuestos a colaborar?

Posiblemente. Ellos deben reconocer la diferencia de haberse enfrentado a guerrilleros que jamás cometieron actos de terrrorismo. Muchos han pasado al retiro, otros seguramente han fallecido, pero todos deben reconocer ahora nuestro carácter de guerrilla auténticamente revolucionaria. Yo creo que esos militares pueden ser una gran fuente de información, porque ya no debería interesarles el odio, lo que interesa es la historia. Necesitamos que se conozca la verdad de los hechos.


¿Usted ha ido a Mesa Pelada?

Ya no he vuelto a llegar por Mesa Pelada, pero fui el que empezó el reconocimiento de la zona antes que se fuese allá Luis de la Puente Uceda. En las últimas décadas, todos mis movimientos eran controlados y podían haber creído que estábamos por reiniciar la lucha armada. Carmela de De la Puente, su viuda,  se interesó mucho en reclamar la entrega del cadáver, y yo de una forma más libre en el segundo periodo de Belaunde me dirigí a Palacio de Gobierno, y lo hice frente a cámaras de TV. Se comprometieron a ayudarme, pero concretaron nada. Todo fueron ofrecimientos.


¿Qué pasó con el MIR en el norte? ¿Por qué no llegó a activarse ese frente guerrillero?

Porque justo en ese mismo día que nosotros llegamos a la zona donde debíamos operar en Ayabaca, se lanzó a la lucha armada en el centro Guillermo Lobatón Milla y viene la persecución de inmediato. No conocíamos el campo, no habíamos hecho ningún trabajo de masas, inclusive los guerrilleros que se incorporaban no sabían ni disparar. Nosotros de inmediato sufrimos dos cercos que rompimos felizmente y de los sesenta y tantos que éramos, murió solo un campesino.


Después regresó. Usted regresa a hacer la guerrilla en 1969, en Jaén...

En total son 5 veces las que he subido al campo, pero en aquella ocasión no se pudo prosperar. Nuestras fuerzas fueron diezmadas. Años atrás, porfié para reiniciar la lucha armada en el campo, a pesar de que me decían que los dos frentes guerrilleros habían sido aniquilados, de que el Che había muerto en Bolivia, etc.

Cuando estaba dirigiendo la guerrilla de Jaén,  Carlos Delgado Olivera era el hombre de confianza de Velasco. Yo tenía una pariente muy amiga de él.  Ella quería que conversara con el brazo derecho de Velasco para ver si hacíamos las paces y de una vez me integraba al nuevo gobierno. Nos entrevistamos con Carlos Delgado por dos veces y me proponía que hiciera como otros, que llegara a Palacio y nos abrazáramos. Podía incorporarme al SINAMOS como Héctor Béjar, como Walter Palacios y Elio Portocarrero. Velasco me proponía, por intermedio de Delgado, que deponga las armas. Nuestra respuesta fue negativa, que no podíamos entregar las armas sino más bien ser el epicentro de las posibles guerrillas a las que podía sumarse el mismo Velasco Alvarado cuando el imperialismo intentase derrocarlo. Le dijimos que en lugar que nos pidan las armas, que se acumulen armas en la zona más segura que es el campo. Bueno, qué iban a aceptar ellos nuestra propuesta.


¿Cuánto tiempo llevó develar el último intento guerrillero?

No te podría precisar pero hicimos un trabajo de masas muy amplio y siempre nos han combatido mediante la delación. Yo era dirigente campesino, llegamos a tener un prestigio masivo en las comunidades. Una vez que fracasó este intento, tuvimos que salir de allí y me dirigí entonces al centro, luego a Lima refugiándome en esta casa. Un compañero nuestro que había sido cruelmente torturado, me delató.


De ahí viene su largo periodo en la cárcel pública del Callao... ¿Por qué el gobierno militar se ensañó tanto con usted?

En total son once prisiones que he tenido con sus respectivas torturas. Después de Velasco viene el golpe de Estado de Morales Bermúdez. Se ensañó con los presos políticos y aumentó su número.  Luego, años después, el dictador tenía la consigna de pacificar las cosas para que se abriera un nuevo periodo electoral, de convocar a una asamblea constituyente. Y él es él quien me da la amnistía.


Sí, bajo la dictadura de Morales Bermúdez nos encontramos en prisión...

Así es… (ríe) Por cualquier cosa me metían preso.  ¡Son tantas cárceles!

En el Frontón sufrimos nuestra primera prisión cuando estudiantes. Por haber hecho una petición en nombre de los presos la Guardia Republicana me fracturó tres vértebras en el Callao. De ahí me llevaron a Lurigancho. Mejoré mucho con ejercicios de rehabilitación,  pero luego algunos compañeros gestionaron mi traslado a Alemania donde me operaron y volví a lo normal.


Si estuviera frente a Luis de la Puente Uceda, ¿qué le diría?

Me presentaría avergonzado, porque no supe continuar con la lucha que él inició. Fracasamos, pero las orientaciones que él tenía eran extraordinarias. Era un hombre extraordinario. Tal vez de haber estado junto a él en el Cuzco,  los resultados hubieran sido otros. En Cuba aprendimos a romper un cerco, él en cambio fue a prepararse en China donde se llevaban más cursos de teoría política y algunos de práctica militar. Siempre me avergüenzo de eso a pesar de que ha pasado mucho tiempo.


¿Y si estuviese frente a Guillermo Lobatón?

Le reprocharía como le reprochó Luis de la Puente, porque el acuerdo fue que ninguna de las tres guerrillas se lanzara mientras no estuviéramos en condiciones. Y resulta que Lobatón, en el centro, se lanza inconsultamente. Simplemente informó de que se lanzaba, pero no esperó a que el resto estuviéramos en condiciones. Cuando la guerrilla Túpac Amaru dispara el primer tiro, el 9 de junio del 1965,  yo recién llegaba a mi base del norte.


¿Hubieron discrepancias entre Máximo Velando y Lobatón?

No tengo conocimiento de ellas y creo que no las hubo. Después de la derrota, cuando yo dirigía lo que quedaba de nuestra organización, me atribuían discrepancias con Lobatón y Velando, pero no eran diferencias doctrinarias sino disciplinarias. Él ya estaba casado, su esposa estaba aquí en el Perú y regresaba a verla. Nosotros habíamos sacrificado a la familia y él no. Esas eran las diferencias. Las diferencias entre Lobatón y Velando serían tal vez estratégicas, porque la primera emboscada la hizo Velando.


¿Es doloroso haber perdido casi la mitad de su vida en prisiones?

Aparte de los años de cárcel, la persecución me ha quitado mucho tiempo. Luego viene este último exilio. Fui a conocer Nueva York, estando plenamente incorporado a la vida legal  y a los 3 meses me entero del golpe de estado de Fujimori. Tuve que autoexiliarme. Duele salir de la patria, por eso en la época de los Incas, uno de los peores castigos era ser condenado como mitimae. El desarraigo, era y es el castigo más doloroso. Cómo duele salir de la patria, uno añora su patria. Tarde o temprano tenía que venir a dejar mis huesos por acá; la patria es la patria.


El proyecto del MIR ¿resucitará en el Perú?

No es necesario de que el MIR resucite. El marxismo está vigente, no hay otra alternativa frente al neoliberalismo. Ya fracasó el neoliberalismo. Y tendrá su respuesta…


¿Qué opina sobre el libro “Subversión” de Armando Artola?

Es una sorpresa porque no sabía que podía escribir un libro. Tal vez se lo hayan escrito (risas). Pero dice algo interesante al final: que volverán las guerrillas porque su motor es el hambre. Y el hambre todavía no se ha solucionado.  Después de la muerte de Artola vino la guerra de Sendero Luminoso y el MRTA. Él no llegó a conocer a esos grupos, pero intuía que vendrían otras guerrillas.


sábado, 4 de octubre de 2014

VOTO VICIADO EN LIMA Y DOS TÁCTICAS DIFERENCIADAS

Votar por el mal menor es habituar al público de la izquierda anti neoliberal a aceptar -otra vez- el rol de furgón de cola tras candidatos que defraudarán al pueblo. Elegir por elegir para que no suba Castañeda u otro ladrón, así sea por la alcadesa caviar, no es razonable.

Hay quienes descalifican el voto viciado en cualquier circunstancia. No sirve, no es ético ni moral. No es políticamente correcto ni oportuno. Les recuerdo la convocatoria fujimorista para votar por el Congreso Constituyente Democrático (CCD) en 1993. En esas circunstancias, votar para elegir diputados al CCD era avalar la asamblea constituyente de la dictadura. Lo más correcto fue viciar el voto y no comprometerse en la parodia fascista.

Hay quienes dicen que en cualquier circunstancia debe viciarse el voto, porque las elecciones burguesas a nada conducen. A esos despistados hay que mandarlos a leer los clásicos del marxismo, desde Engels, Lenin, Mariátegui e incluso el propio Mao Tse Tung que tanto invocan y no leen. Hay circunstancias en las cuales se debe participar en los comicios, obviamente. La cosa es en qué condiciones se participa, nunca como corderos ni teloneros de otros intereses.

Lo más preocupante hoy es el desorden ideológico en que se debate un buen grupo de ingenuos entusiastas de izquierda que apuestan por Susana Villarán en Lima. Tienen las mejores intenciones, pero ignoran que malgastan esfuerzos dignos de mejores causas. Es la izquierda light, sin duda, porque cualquier marxista reaccionaría de otra manera.

La lectura, la formación política, no van con la izquierda light. Difícilmente lean la teoría revolucionaria sobre táctica electoral que existe y está a la mano, incluso en internet. Lo mismo pasa con el sector más ultra que niega toda participación electoral. No leen a los clásicos del marxismo. Ambos repiten lugares comunes o se quedan en eso que llamamos sentido común a lo Sancho Panza. Hay condiciones bajo las cuales es ineludible participar, pero ESTA no es nuestra democracia sino la democracia del enemigo de clase. Ya dijimos antes que la táctica electoral de los comunistas se subordina a la estrategia revolucionaria, no al revés.

Para toda táctica se deben tener en cuenta las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas. En esta oportunidad, no hay condiciones subjetivas para participar en elecciones. Las condiciones objetivas tampoco están a favor de una candidatura proletaria, así la tuviéramos. A la izquierda no se le va el carro de la historia si no participa esta vez.


SIN FRENTE Y SIN TÁCTICA ELECTORAL NACIONAL

¿Por aliarse con él se rompió el Frente Amplio?
En las regiones hay otras condiciones. Si votase en Cajamarca lo haría por Goyo, no hay duda. Hay distritos rurales que llevan candidatos del pueblo. No es así en Lima y mucho menos en el Callao. Aquí se rompió el frente por ver quién coqueteaba mejor con Alejandro Toledo.

El problema es que la izquierda no ha podido sacar una alternativa nacional. El PPC tiene una táctica electoral diseñada para competir a nivel nacional como también Alianza para el progreso y el APRA. No pasó así con la izquierda.



ESTRATEGIA Y TÁCTICA DEL REFORMISMO CAVIAR

La estrategia y la táctica del reformismo caviar la trazan organismos internacionales que financian proyectos anti-corrupción, gobernabilidad, transparencia, entre otros. Digo, si su bandera es solo combatir la corrupción, vean los proyectos y quiénes los financian:


Para muestra, un botón:
"CONSTRUYENDO LA RED NACIONAL DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN DESDE LA SOCIEDAD CIVIL"
Financiera: Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID (AID-527-A-09-00001)
Presupuesto: US$ 1’000,000
Descripción: Tiene como fin fortalecer las capacidades de Organizaciones de la Sociedad Civil locales para implementar actividades contra la corrupción en ámbitos descentralizados de la administración pública.
Representante de USAID dona equipos a la alcaldesa

Entonces, después de lo mostrado, podemos concluir en que la campaña anticorrupción no es ocurrencia exclusiva de alguna “izquierda” conocida, si no que es de interés prioritario del imperialismo para su estrategia de gobernabilidad en los países dependientes. Reducir la intención de voto por Susana porque no salga Castañeda Lossio, es como votar por Fujimori en 1990 para que no salga Vargas Llosa. Tal sutileza constituye un insulto a la inteligencia.


DOS TÁCTICAS ANTAGÓNICAS

Susana Villarán y Yoani Sánchez 
Los caviares juegan al perfeccionamiento de esta democracia y para ello reciben financiamiento y directivas de las “centrales del pensamiento” imperialistas. Son enemigas del castro-chavismo, tal como lo ha manifestado Susana Villarán, y tal como lo ha demostrado reuniéndose con las Damas de Blanco en La Habana y recibiendo en el municipio a Yoanni Sánchez, la bloguera gusana. Ergo, estamos ante dos estrategias diferentes y antagónicas: una, la de los caviares y sus proyectos de legitimación y perfeccionamiento de la democracia burguesa, financiados por el imperialismo, y otra que camina por América Latina, con la espada de Bolívar desenvainada, bajo el programa del Socialismo para el Siglo XXI. Esta última se expresa en acciones concretas en varios países, como Venezuela, Ecuador y Bolivia. Los caviares no pertenecen a este maretazo revolucionario, sino a quienes financian sus proyectos para lavarle la cara al capitalismo (dizque puede haber un capitalismo con rostro humano).


¿Y EL VOTO VICIADO SE IRÁ AL GANADOR?


Si la legislación electoral heredada de Fujimori ha conculcado la posibilidad de computar aparte el voto nulo, acusen al ladrón mas no a la víctima. Si Susana goza de tantas preferencias como dicen los reformistas, no deberían temerle al voto viciado, pues se iría con ella. El voto viciado en Lima es expresión de los sectores sociales en lucha a quienes (en esta ciudad capital) no representa ningún candidato. Y algo más: los sectores sociales en lucha no están ni para ser furgón de cola de la caviarada ni para alianzas sin principios. Debemos ponerle punto final a esa manida monserga de votar por el mal menor y responsabilizarnos por una táctica electoral coherente en el futuro próximo.

jueves, 2 de octubre de 2014

TEMPORADA DE CIRCO ELECTORAL Y EL PUEBLO NO TIENE BOLETOS


Ya lo dijimos antes, pero ese fue el error: lo dijimos nosotros y por eso el resto de bufones, arlequines y quioscos endebles que componen la izquierda "moderada", no lo aceptaron ni lo van  a aceptar. Llamamos a luchar por una Nueva Constitución producto de la democracia directa; llamamos a luchar contra la legislación electoral que nos legó Fujimori y Montesinos; llamamos a oponernos al voto obligatorio; llamamos al respeto de votos viciados y en blanco como manifestación de voluntad de un grueso número de ciudadanos. Pero la izquierda en general desoyó los llamados y persistió en jugar con las cartas marcadas del enemigo. La izquierda tradicional sigue avalando con su presencia este orden de cosas. Está claro, pero el problema es quién lo dice, no lo que se dice.


Esto me hace recordar a uno de los últimos mítines en la Plaza San Martín, cuando los ultras de balcón exigían marchar al Congreso. No dejaban hablar a los oradores pidiendo “movilización”. Bueno pues, decidimos que sí. Y dije: ¡Marchemos!... Inmediatamente los "inmarcesibles" y similares callaron, desistieron de marchar y nos dejaron solos ante la represión y las lacrimógenas. Uno de los míos les consultó por qué no se movilizaron y los "clasistas y combativos" respondieron: “No pues, no íbamos a marchar detrás de ese señor revisionista”.


“Primero los chilenos antes que Piérola”, farfullaron algunos peruanos en el siglo XIX. Y nunca me cayó bien Piérola, pero de haber vivido en aquel entonces, habría fomento la unidad contra el enemigo común. Y Piérola conspiró contra Cáceres y Prado fugó con la plata y Alan García volvió a gobernar y Fujimori sigue siendo un referente encarcelado para miles de votantes. Y desde 1990 los mismos inconsecuentes de la izquierda oficial nos están llamando a votar por el “mal menor”, para que después de haber elegido al equivocado, estemos pidiendo su cabeza porque nos defraudó.


La mierdecilla que tiene cada peruano en sus laberintos cerebrales es lo que ha impedido hacer de esto una gran nación y mucho peor, hacer en ella una gran revolución. Y usted, hipócrita lector, es tan folclórico como todos los que se muerden la cola entre sí y se quitan el sitio con tal que el otro no lo coja primero. Es tan mezquino como todos los energúmenos que han hecho de este magnífico paisaje un país invivible. Lo peor es que usted ni se da cuenta.


Ahora hay quienes piden que votemos en blanco porque no hay candidatos del pueblo. Ya parecería justo, ¿no?... Pero se olvidan que según la ley electoral los votos en blanco y viciados se cargan a favor del ganador. ¿Por qué? Porque Montesinos, durante la dictadura, se las ingenió para neutralizar el "voto de la subversión" (viciados y en blanco) y hacerlos incomputables. Y Montesinos hizo la ley electoral que la democracia heredó, como heredó la Base Naval del Callao, prisión tumba ilegal que nadie "civilizado y democrático" se atreve a cuestionar, y la Constitución neoliberal y toda la legislación del régimen de facto.


O sea, el voto viciado y en blanco no es una opinión respetable. O sea, hay libertades políticas, excepto no votar: te multan por eso. ¿Y le llamas a esto una democracia liberal? ¿Te titulas de izquierda y hasta revolucionario pero te niegas a combatir al mal en su raíz?


Nos dijeron que pronunciarse sobre los órganos de la democracia directa de masas era una utopía. Les aclaro, ignorantes: los órganos de democracia directa están ya en la legislación vigente y solo hay que repotenciarlos, reglamentar mejor sobre su uso para ponerlos a funcionar con mayores alcances.


Ya dijimos que la izquierda no debe, no puede, reunirse sólo cuando hay elecciones. Eso se llama traicionar al pueblo, jugar con las ilusiones de los pobres. La izquierda tiene que estar unida para el combate día a día, en la acción directa de masas, que es lo importante. Lo secundario, es participar en elecciones como producto o reflejo de luchas mayores.


Para reunir a la izquierda hace falta el Frente Amplio para el combate contra el neoliberalismo, pero no esa colección de traficantes y corruptos que a cada rato se sientan en la larga mesa de expositores. Esa gerontocracia ya cogobernó con los anteriores gobiernos de diferentes formas, desde ministros, viceministros, embajadores hasta solícitos asesores.  El Frente Amplio debe formarse desde la base, por la base, luego elegir a sus dirigentes y candidatos desde abajo hacia arriba: un militante, un voto. Las grandes personalidades del ayer pueden irse a escribir sus biografías y no debemos permitirles vivir de su pasado.


Y nuestra plataforma sigue igual:


  • Democracia directa de masas.
  • Nueva Constitución.
  • Nueva legislación electoral igualitaria, plural y participativa sin exclusiones.
  • Libertad para votar y también para no votar: no obligatoriedad del voto.
  • Respeto absoluto al cómputo de votos viciados y en blanco.




Acotemos: el voto de la izquierda existe, es masivo y decisorio. Ha puesto un presidente para el país y una alcaldesa en Lima, aunque ambos defraudaron a sus votantes. La táctica electoral se subordina al plan estratégico y no al revés. La única manera de derrotar a la narco-política que lava millones en cada campaña electoral y a la minero-política que impone a los candidatos financiados por las transnacionales, es haciendo política.