jueves, 19 de enero de 2012

MOVADEF LOGRÓ LO QUE QUERÍA


El Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (MOVADEF) ha puesto a prueba la legitimidad del sistema democrático. MOVADEF quiso inscribirse como partido político en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) pero fue rechazado por motivos ideológicos. Una organización que se declara “marxista-leninista-maoísta-pensamiento Gonzalo” obviamente es el PCP Sendero Luminoso con otro membrete. ¿Hasta qué punto la democracia liberal es tan sólida como para asumir un desafío de tal envergadura?

La censura, en política, prestigia al censurado. El único triunfador en esta contienda circense es MOVADEF. Ha conquistado espacios mediáticos locales, ha fomentado el debate, se ha convertido en noticia internacional. Los periodistas que confrontan a su máximo exponente, el abogado Alfredo Crespo, recurren a toda una serie de ridículas estratagemas para no dejarlo hablar y hostilizarlo: cumplen la cuota de repudio al terrorismo, con gesticulación y verbo altisonante. MOVADEF quiso jugar con las reglas de su enemigo, pero éste traiciona sus propias normas para darle la contra.

Demostrando la fragilidad de la democracia representativa, el MOVADEF ha conseguido la campaña mediática que hasta hace dos meses no tuvo y ahora son objeto de un proyecto de ley en el Parlamento. Esta democracia tiene que recurrir al gran garrote contra un enemigo minoritario y sin posibilidades de crecimiento. Una democracia liberal que se ve en la urgencia de traicionar sus propios postulados para defenderse de “terroristas” conversos (hoy electoreros), pierde esencia y autoridad moral.

¿SUICIDIO O PROVOCACIÓN DE MOVADEF?

Parece que el único objetivo de MOVADEF, por el momento, ha sido la provocación. Si sus estrategas hubiesen querido incursionar seriamente en política electoral, tendrían que haber constituido una táctica de largo aliento desde 1992 hasta la fecha. No lo han hecho así. Esto pasaría por una inserción de cuadros en diversas agrupaciones políticas hasta otra etapa de mayor centralización en un movimiento amplio de masas con perfil propio.

Nuevamente reaparece una de las más serias limitaciones del fundamentalismo gonzalista: la confusión entre Partido y Frente. Lo más adecuado para masificar la propuesta de MOVADEF habría sido una política de frente amplio, con pluralidad de criterios pero con objetivos bastante concretos. Así los cuadros MLM-PG se constituyan en la columna vertebral del frente, éste no necesariamente tiene que limitarse a las mismas precisiones ideológicas que el partido. Si la causa es la amnistía general y la “solución política a los problemas derivados de la guerra”, pues al MOVADEF no sólo deberían concurrir los prosélitos del MLM-PG, sino todos los interesados.

LA IMPUNIDAD Y MOVADEF

Cuando Abimael Guzmán Reynoso, el camarada “Gonzalo”, convoca a sus militantes a luchar por una “solución política a los problemas derivados de la guerra”, todavía no estaba clara la otra consigna: “amnistía para todos”. Esta última no puede ser tan popular en los sectores sociales castigados por la estrategia contrainsurgente de las fuerzas armadas. Esa misma estrategia que sembró los campos de fosas comunes y lesionó derechos fundamentales de miles de pobladores inocentes, alimentó las filas del PCP-SL. Después de la derrota estratégica, MOVADEF iguala ante la historia a quienes tomaron las armas para cambiar la sociedad con quienes impusieron una política de tierra arrasada para acabar con la subversión. Ergo, sus militantes encarcelados tienen los mismos derechos y reivindicaciones que los criminales del Grupo Colina. A confesión de parte, relevo de pruebas.

El error parte de la consideración de que hubo dos bandos: el PCP-SL y las fuerzas del estado. Si se perdonan mutuamente y se funden en fraterno abrazo, olvidan que hay otro sector que es el gran perdedor masivo de toda la guerra: el pueblo. Estamos hablando de pobladores y campesinos a quienes la guerra lesionó sin ser ellos parte del conflicto. Además, quienes se consideran revolucionarios no tienen por qué luchar por los derechos de genocidas que no los han llamado a conciliación. Al Estado y sus agentes no les interesa la “amnistía para todos” si va de la mano del PCP-SL. Ellos quieren su propia amnistía. Pero aún así, de acuerdo a la legislación interna del país y tratados con fuerza de ley, no procede la amnistía ni el indulto cuando se trata de delitos de lesa humanidad.

LO QUE HA OLVIDADO MOVADEF

El Pensamiento Gonzalo desconoce la ley del tránsito de cambios cuantitativos a cualitativos, en virtud del “monismo” en filosofía, que dice que sólo existe una ley única y fundamental: la ley de unidad y lucha de contrarios. Es la ley fundamental, pero no la única. De allí se derivan varios errores ideológicos. Uno de ellos es saltarse las etapas tanto del desarrollo de las condiciones históricas, como de la maduración de la conciencia de masas, etc.

Si hubiesen iniciado una campaña por la reubicación de los presos de la ilegal Base Naval del Callao a prisiones donde puedan disfrutar de derechos carcelarios, habrían conquistado algo desde 1993. Pero si atendiesen más a lo que tienen ante sus ojos, les quedarían menos presos tras las rejas. Los presos por delito de terrorismo no necesitan una amnistía, sino que les retornen los derechos penitenciarios que les quitó el último gobierno de Alan García.

Con el escándalo y la provocación, MOVADEF arriesga los pocos derechos que les quedan a sus presos, porque ya amenazaron el premier Valdéz y el ministro de justicia Juan Jiménez Mayor con más recortes. De otro lado, el ministro de Justicia anunció la aprobación de un decreto supremo que impide la redención de penas en casos de corrupción, terrorismo y otros delitos graves, cuando no se haya cumplido con el pago de la reparación civil.