viernes, 9 de diciembre de 2011

ARTEMIO OTRA VEZ, LA MISMA ESTUPIDEZ


Un fenómeno complejo, obviamente, tiene un proceso de desarrollo donde existen varias contradicciones. El materialismo dialéctico nos enseña que ante un fenómeno complejo, donde hay más de una contradicción, corresponde identificar cuál es la contradicción principal. Y a esta contradicción principal se le subordinan las otras contradicciones. Clase elemental, dirían muchos camaradas.

En el momento actual, nuestro país no tiene como contradicción principal la oposición o antagonismo entre el Estado y el terrorismo. Los tres últimos gobiernos han esgrimido, a su conveniencia, la tesis fantástica del “rebrote terrorista”. Uno de los principales agentes de opinión del imperialismo yanqui: Fernando Rospigliosi, quien así como disfrutaba de los dineros de las agencias “intelectuales” financiadas por el imperio y luego formó en planilla de personal de la embajada yanqui, clamando por la ausencia de democracia en Cuba y critica a Hugo Chávez, trepó en la escala política anunciando el supuesto e imaginado “rebrote”. Y así llegó a ministro del Interior. Y la pegó de inteligente. Y hasta que votó por Keiko Fujimori, este año, no hubo tan temido rebrote. Y a este productor de superchería barata algunos lo llamaban “intelectual”. ¡Por favor! Permítannos disimular la risa.

Ahora el camarada Artemio ocupa páginas de la prensa local. Éste es un refrito de la peor especie y en la circunstancia que vive el país no es más que un globo aerostático para que la conciencia colectiva se aleje de los verdaderos y urgentes asuntos que comprometen el destino nacional. El camarada Artemio, por enésima vez, pide diálogo y promete entrega de armas o inutilización de las que luce ante cámaras. ¿Quién le presta atención al impotente Artemio? Promoverlo a primeras planas es útil para que la solución del conflicto de Conga y similares venga por el lado autoritario del anti-terrorismo. Con toda intención, relevar a Artemio a un lugar de importancia mediática que no le corresponde, abona el camino del autoritarismo, del cretinismo antisubversivo y de la militarización de los conflictos socio-ambientales.

Preguntamos: ¿Qué acciones militares de gran envergadura le corresponden a la columna de Artemio en los últimos 15 años?... ¿En qué momento, durante la última década, Artemio ha sido una amenaza contra el estado de derecho?... ¿Qué grandes movilizaciones de contingentes militares, batallones y compañías han sido provocadas por las escaramuzas de Artemio y su grupete?... El conflicto de Conga sí ha motivado un gran despliegue militar con estado de emergencia, pone en riesgo la autoridad del Estado y pone por los suelos el prestigio del presidente “nacionalista” Ollanta Humala.

El cogobierno Humala-Toledo se garantiza a través de la suma de votos en el Parlamento, ya que los nacionalistas no tienen mayoría parlamentaria. Pero a su vez el toledismo y otros operadores en la propia esfera de poder, cumplen con el encargo del Departamento de Estado Norteamericano: controlar toda acción nacionalista que sea lesiva al capital monopólico, a los dictámenes del Banco Mundial y del FMI.
El fantasma del rebrote terrorista, del diálogo (o según la claudicación sin condiciones de los senderistas: “solución política a los problemas derivados de la guerra”), está al servicio de dos cosas: la primera, ya la dijimos, es la solución represiva a los conflictos socio-ambientales; la segunda, es la oficialización de la impunidad de genocidas y masacradores de nuestro pueblo durante el conflicto interno. Represión a los dirigentes populares que luchan contra la voracidad de las mineras e impunidad a los asesinos de uniforme.

Por ejemplo, la detención arbitraria del dirigente cajamarquino Wilfredo Saavedra, pretextándose mediáticamente en que fue, hace años, preso por terrorismo, no tiene asidero legal. Al no ser una detención motivada por mandato judicial ni producirse en flagrante delito, es un secuestro de los sabuesos de DIRCOTE. Por supuesto, hay ingenuos que creen que la “equivocación” la cometieron los agentes policiales de DIRCOTE. Pero ese mismo día el presidente Ollanta Humala dio un discurso ante las Fuerzas Policiales denunciando a aquellos que habían sido ayer traidores a la patria y hoy son dirigentes populares. Por lo tanto, queda demostrado que el secuestro de Saavedra y sus cinco acompañantes, fue motivado por orden presidencial.

Es en este contexto político donde aparece la nada sorprendente entrevista al inútil, impotente y claudicante camarada Artemio, en medio de enmarañadas selvas y con indumentaria digna de quienes no presentan una sola batalla a las fuerzas del orden establecido. Ya el efecto está logrado: hacerse eco en toda la prensa local, figurando incluso en titulares, como si éste fuese el problema de mayor trascendencia. El refrito ha cumplido su función. Es natural que avizoremos otros similares en el horizonte, sumándose a sorprendentes capturas y revelación de redes de financiamiento, de rebrotes, rearticulaciones, tinglados truculentos de sombríos personajes del pasado, organigramas policiales y notas periodísticas digitalizadas desde los servicios de inteligencia.

Recuérdese siempre: nos gobierna un ex -oficial de las fuerzas antisubversivas, no un luchador social. Su carta de amnistía para militares y policías, la guarda celosamente debajo de la manga, al igual que sus ímpetus de estrategia antiterrorista para reprimir a las poblaciones que no acatan sus mandatos.

VER ENLACE:

5 comentarios:

  1. Bien Dante es lo que yo y tal vez muchos opinan: analizar un pedido de amnistía ?por qué si el terrorismo ya fue derrotado tenemos acaso una fuerza similar a las FARC de Colombia? no existe asidero ni siquiera para tomarlo en cuenta, se tendría que ir analizando más bien qué se viene detrás de todo este teatro mediático.

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  2. MUCHO HABLAN LOS QUE NUNCA , NI SIQUIERA SE DESPEINARON DURANTE LA GUERRA, Y AHORA SE CREEN LOS GRANDES CONOCEDORES.... QUE SOLO VIVEN DE LAS ONG PRO DERECHOS HUMANOS, QUE LO UNICO QUE HACEN ES LUCRAN CON LOS MUERTOS.....
    LOS QUE SIEMPRE EN LOS 70 Y 80 HABLABAN DE GUERRA DE REVOLUCION Y CUANDO EMPEZO SE METIERON DEBAJO DE SU CAMA.Y AHORA LLAMAN TERRORISTA POR AQUI, TERRORISTA POR ALLA, Y ASI DICEN SER GRANDES MARXISTAS.

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  3. La guerra nos "despeinó" a todos, quitándonos compañeros y familiares. Hoy por hoy Ollanta Humala trata de tender puentes al fujimorismo programando el indulto humanitario al ex-dictador, mientras militariza los conflictos socio-ambientales. El marxista más elemental sabe definir cuál es la contradicción principal y no confundirla con subjetividades. Norma, lo sabes bien: detrás de todo esto viene la fascistización del país, la impunidad para los genocidas de uniforme y el indulto para la dupla Fujimori-Montesinos.

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  4. No dejemos pasar el plan militarista y represivo del gobierno.

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  5. Ahora que ya saben cómo fue la captura de Artemio, que nadie se jacte ni se ufane de compartir su militancia con soplones e infiltrados: lo entregó su propia gente. Igual que a Abimael Guzmán lo entregó el exdirector de la Academia César Vallejo, otro "gran comunista" de armas tomar hirió y entregó a su jefe en el Huallaga.

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